Click a Seguidores

martes, 17 de diciembre de 2024

BODHISATTVA - DETALLE DEL CAMINO DEL BODHISATTVA

BODHISATTVA – DETALLE DEL CAMINO DEL BODHISATTVA.

Un Bodhisattva es una persona que, motivada por la gran compasión, ha generado un deseo espontáneo de alcanzar la iluminación por el beneficio de todos los seres sintientes. Optar por ser un Bodhisattva, termino e ideal propio del camino Mahayana y Vajrayana, es un concepto muy apreciado por los budistas, ya que dice relación del hombre y su gran compasión. Por ello deciden este camino.

Simplificando, podemos decir que es un ser que eligió el camino del despertar (sánscrito: Bodhisattva; pali: Bodhisatta) (sattva= ser), un ser motivado por la compasión que desea alcanzar la Iluminación en su propio beneficio y el de todos los seres sintientes del samsara para que se liberen del sufrimiento, por quienes trabajará en el logro de dicho propósito por toda su vida. En el Mahayana es un ideal ser Bodhisattva, al cual todo seguidor budista aspirará.

La palabra Bodhichita es una combinación de las palabras bodhi y chita (sánscrito: Bodhicitta); donde Bodhi significa Iluminación, claridad, y Chita puede traducirse como mente o conciencia. Bodhichita entonces debe entenderse como una “mente de Iluminación”, o “de aspiración a la Iluminación”, es decir, es un estado de conciencia virtuosa motivada por la compasión. 

La mente bodhichita brota vía el deseo sincero de beneficiar a los demás, y del anhelo de iluminarse, de alcanzar la budeidad. La bodhichita tiene entonces un doble deseo, el de despertar uno mismo y el hacer esto para ayudar a los demás seres.                                     Es entonces el cultivar la mente que se preocupa cada vez más por todos los seres sintientes; desarrollar la voluntad de beneficiar a los demás. Con ella se deja de lado el interes personal y el sistema egoista que tenemos. Para entrenarnos en la bodhichita es necesario renunciar al samsara para así no aferrarnos al apego a esta vida. Un maestro dijo: Bodhichita es el poder de la compasión. 

Aquel que generó la mente de Bodhichita es un Bodhisatva. 

El adiestramiento base del bodhisatva consiste en la practica de las 6 paramitas. El término sánscrito 'paramita' significa “más allá”, “hacia la otra orilla”. Se usan como “el antídoto para llegar al conocimiento de la falta de realidad de los fenómenos” por lo que las seis paramitas representan el puente que hay que cruzar para pasar de la orilla del samsara y la confusión, hacia la otra orilla, hacia el estado de la iluminación. De este modo, representan las prácticas principales del bodhisattva. 

                         Las paramitas son virtudes que permiten purificar el karma, y                            llevar una vida sin obstáculos durante el camino del Bodhisattva.

Con ellas, tras haber puesto término a los actos negativos, debe abandonar sus causas, las de las emociones negativas. La raiz de las emociones negativas es la ignorancia o creencia en la “realidad convencional” de los fenómenos, que tienen vida inherente, vida per se, convencidos que son tal cual los apreciamos. Como antídoto pretenden frenar la ignorancia que tenemos sobre esa realidad de los fenómenos y las emociones aflictivas que nos impiden consumar la naturaleza pura de nuestra mente. Al lograr descubrir la naturaleza pura de nuestra mente, descubrimos lo que es la realidad última de los fenómenos y podremos iluminarnos (Ver más adelante: dos verdades).

La motivación del trabajo de un Bodhisattva, debe estar exenta de las ocho preocupaciones mundanas: ganancia o perdida, placer o dolor, alabanza o critica ,     fama o anonimato.

La bodhichita tiene dos niveles: el convencional (aspirante o relativa) y el último (absoluta).

La convencional consiste en cultivar el pensamiento inicial que aspira - anhela alcanzar la condición de Buda de un modo insuperable y perfectamente logrado, tras asumir el voto compasivo de aliviar a todos los seres del sufrimiento. La bodhichita última es trascendente y libre de toda elaboración. Es el objeto último, sin manchas, trasparente, claro de claridad única. Se alcanza tras una larga y atenta dedicación a dominar la meditación de la calma mental y la visión superior (así logrará la budeidad).

Existe un acto formal para recibir los votos desde un guía espiritual y convertirse en Bodhisattva aspirante, donde se compromete al logro de la liberación de todos los seres sintientes, como su más destacada promesa. A partir de este momento debe tomar también un proceder y modo de vida específico, imprescindible para el logro de la Iluminación llamado de las “Seis Paramitas”, o “Seis Perfecciones” de práctica diaria, que está compuesto por valores positivos a desarrollar, los que colaborarán en su trayecto y lograrán que su desempeño sea fructuoso. Una vez tomados los votos, debe comportarse como un buen ser en la vida diaria, debiendo ser positivo y bondadoso.

Por otro lado, la “prajnaparamita sutra” son enseñanzas provenientes de los sermones del Buda (s. VI a.C. /India) recogidos por los bodhisattvas y algunos grandes maestros. Llegaron al Tíbet en el siglo VIII y allí fueron traducidas con especial meticulosidad en diversos monasterios. La prajnaparamita, es la sabiduría que comprende directamente la realidad de los fenómenos, su vacuidad (interdependencia), sabiduría libre de los extremismos, que ha alcanzado quien se dirige hacia la “otra orilla”. Desde el punto de vista filosófico, es un cuerpo de enseñanzas, pero el término designa también la práctica de meditación de la visión de la naturaleza absoluta; última práctica perteneciente a las seis pâramitâs o “6 perfecciones”.

Según los métodos de enseñanza tradicionales, cada una de ellas se divide normalmente en tres niveles de dificultad creciente, en los que se aplica el Bodhisattva según su capacidad, hasta que es capaz de realizar los tres a la vez.                                                            1.- Un nivel ordinario: el objetivo es alcanzar un renacimiento mejor. La creencia en yo y lo mio existe. Se practica el bien. 2.- Un nivel extraordinario: cuyo objetivo es alcanzar el nirvana. Son moralistas sobrios, muy buenos pero aún no con todos, aspiran a la pureza. 3.- El nivel supremo: son claros Bodhisatvas, cuyo objetivo es alcanzar la felicidad de todos los seres. Comprenden que entre samsara y nirvana no hay diferencias. La otra orilla es la superación de la dualidad.

Manteniendo firme la práctica de las “Seis Paramitas” se fomenta un cuerpo y mente puros donde no hay bases que impidan la felicidad interior, ello genera méritos y buen karma y evita las caídas morales a los votos raíz y secundarios para lograr los objetivos de la Bodhichita: alcanzar la budeidad y trabajar para llevar a todos los seres sintientes al estado de Iluminación.  Dada esta actitud se dice que el Bodhisattva realiza sus acciones con la motivación de Bodhichita.

La perfección de la sabiduria es la realización de la vacuidad.

Shantideva (Divinidad en paz) escribió un texto maravilloso sobre esta materia, el bodhicharyavatara traducido como "Una guía para la forma de vida del Bodhisattva" también se encuentra por “La aplicación de la práctica del Bodhisattva”. Es un texto Mahayana escrito en sánscrito mas o menos en el 700 d. C. por Shantideva, monje indio de la Universidad de Nalanda en la India, discípulo directo del Bodhisattva Manjusri. Tiene 10 capítulos dedicados al desarrollo de la Bodhichita (la mente iluminada) a través de la practica de las seis perfecciones.

LAS SEIS PARAMITAS O PERFECCIONES: 

Fuente: libro “UN CAMINO PARA VIVIR Y LIBERARSE - pág. 206.

El  camino del Bodhisatva ha sido categorizado para lograr que este sea fácil de seguir para nosotros.

Las seis perfecciones: involucra la acumulación de sabiduría, vía un perfeccionamiento de nuestra mente, por ello se dice que la práctica de las 6 perfecciones permite perfeccionar la Bodhichita y alcanzar la plena iluminación. 

Las seis paramitas son:

1.- La generosidad.

Entregar generosidad involucra entregar tiempo, habilidades, guías, sabiduría, amor, salud, compasión, soporte moral, alimento, ropas, incluso nuestro cuerpo (para defender a alguien). Es la mente libre, sin apego,  abierto a ayudar a otros, con alegría y sin esperar retribución. Esta es la forma de abrirse a la mente universal.

El principal propósito de la generosidad es liberar nuestra mente de los 3 venenos – ignorancia, deseo-apego y odio-ira. Si das algo y esperas algo a cambio: no es generosidad.

2.- La Ética – moral.   

Con el fin de poseer presencia y atención plena, es útil seguir la siguiente guía de ética y moral:

  • Mantener preceptos morales.
  • Abstenerse de todos los tipos de no virtudes.
  • Morar en un ambiente positivo.
  • Estar alerta para impedir las pequeñas no virtudes.
  • Sostener la base del entrenamiento. 
  • Proteger los órganos de los sentidos con atención plena.

El practicante debe respetar su virtud, con los siguientes pasos que además colaboran a renacer como humano:

A.- En relación a la comida – No comer con pensamientos conceptuales, tales como aquellos que desarrollan el apego y el orgullo. Comer con una motivación sincera con el fín de evitar el hambre. Comer como una ofrenda al Yidam.

B.- En relación al dormir – Practicar el dharma antes de acostarse y en la mañana temprano. Dormir con Bodhichita.

C.- En relación a la vida diaria – Alegrarse al recordar el dharma. Mantener los votos o preceptos. No generar apego a objetos ni a personas. Mantener libre la mente de depresión, apreciando la oportunidad de tener Bodhichita.

3.- La Paciencia.   

Necesitamos de la paciencia para protegernos de los daños que podemos provocar y provocarnos. Estando  protegidos por la paciencia nuestros enemigos, las emociones negativas, no pueden destruir nuestra paz mental. Ser paciente involucra una mente libre de pensamientos dañinos, es una mente que no se perturba por las críticas de otros y que no culpa a otros con ira, logrando así tener fortaleza y coraje. 

En vez de culpar a los otros cuando estés complicado, observa esta situación como resultado de tus previas acciones negativas. Acepta esto y desarrolla gran compasión. Con odio ya no hay paz; este destruirá nuestra claridad mental. Con o sin  razón, no permitas que asome el odio, ello nunca trae buen resultado. Es muy fácil destruir la paz o felicidad de otro. 

Dedica tu práctica de la paciencia a todos los seres sensibles para que puedan experimentar felicidad y estar libres de sufrimiento.

4.- La Perseverancia.    

Hay tres clases de perseverancia:

  1. Esfuerzo gozoso como una armadura.
  2. Esfuerzo gozoso para acumular virtud.
  3. Perseverancia sin limitación.

1.- significa que realizas el compromiso de poner las enseñanzas del dharma en práctica hasta alcanzar la budeidad para el beneficio de todos los seres sensibles. Asumir esta determinación y con la firmeza  de una armadura, que nada te detenga hasta alcanzar la meta, apoyado en las seis paramitas.

2.- significa esfuerzo gozoso para acumular virtudes: esta es la que te orienta para alcanzar iluminación para el beneficio de todos seres sintientes. Es muy apreciada por  los Budas y Bodhisatvas. 

3.- significa una perseverancia sin límites; perseverancia desarrollada hasta que seamos libres del samsara. Debes hacer esfuerzos gozosos hasta purificar todas las oscuraciones y ganar cualidades de Buda. 

Cada día, genera acciones virtuosas y dedícalas con Bodhichita.

5.-  Equilibrio meditativo o meditación.  

No hay mayor alegría que cuando uno es capaz de lograr la mente focalizada en un solo punto. Cuando nuestra mente mantiene pensamientos conceptuales como ira, deseo-apego, orgullo y celos, estamos bajo el control de esas aflicciones. Cuándo nuestra mente está en paz, con las 10 virtudes asimiladas, con una intención de bondad, compasión y bodhichita, hay felicidad y paz. Esto es lograr una apertura del camino de realización. Difícil que exista paz y felicidad para alguien que está con aflicciones, miedos y sufrimientos.

Donde quiera que este tu mente, esta debe estar relajada, libre de apego, colaborando a alcanzar el samadi (la concentración meditativa). Sin una adecuada calma mental la visión interna no puede penetrar la realidad de la mente. Por lo tanto, el primer paso es minimizar el poder de la mente burda.

A través de la práctica de la meditación obtenemos tres cualidades del samadi:

1. Tan pronto logremos la calma mental aflora un gran sentimiento de tranquilidad y alegría.

2. Esta es la base para lograr cualidades infinitas e inextinguibles de los Budas y Bodhisatvas.

3. Debido a que tenemos esas cualidades, podremos sin esfuerzo beneficiar a los seres sensibles.

Los métodos para traer nuestra mente al lugar correcto están descritos en el libro: EL ORNAMENTO PRECIOSO DE LA LIBERACION. 

Por Ejemplo:

1.- Para contrarrestar la rabia y la agresión contempla la bondad – amorosa y la compasión, y repite esta plegaria: pueda mi aversión pacificar toda la rabia y resentimiento de todos los seres sensibles y puedan ellos alcanzar la total claridad del samadi.

2.- Para contrarrestar el deseo y el apego, contempla la impermanencia, la naturaleza sin esencia de todos los fenómenos y di la plegaria: por este aferramiento mío, puedan todos los seres sensibles ser liberados del deseo y el apego y puedan disfrutar paz en el samadi.

3.- Para contrarrestar el orgullo y la envidia practica igualándote o intercambiando con otros; Inspira y expela toda la tensión, trae a la mente tu corazón y contempla “tal como yo necesito paz y felicidad, todos los seres sensibles estén igual de calificados para experimentarlas. Puedan todos estar libres de orgullo y celos y puedan tener perfecta paz”.

4.- Para mantener el equilibrio ante obstáculos y sufrimiento mental, medita: ” pueda mi pequeño sufrimiento ser lo suficientemente fuerte para purificar el sufrimiento de los seres sensibles”.

5.- en vez de apegarse a la paz, la felicidad y cualquier otro suceso que experimentemos, medita: ” pueda tener la habilidad para traer paz a todos los seres sensibles. Pueda la paz prevalecer a través de todo el universo.

6.- La Sabiduría (la sabiduría discriminativa).  

La sabiduría discriminativa es como un ojo con una visión clara. Con esa visión limpia e incisiva puedes ver los fenómenos exactamente como están constituidos y percibir cómo funcionan. Esa mente puede ver la realidad en forma precisa, conociendo qué es la causa del sufrimiento y cuál es la causa de la felicidad, como también la naturaleza innata de los fenómenos. Esta es la sabiduría que penetra los fenómenos.

Alguien con esta sabiduría se abstendrá de las acciones no virtuosas y seguirá el camino virtuoso.

Sin esta lucidez, el camino permanece oscuro y escondido de la vista. 

Es la naturaleza de todos los fenómenos del samsara y el nirvana. La naturaleza del samsara y el nirvana es de una sola cualidad, solo quien tiene una poderosa sabiduría puede verla perfectamente. 

Existen Dos Verdadesla relativa o convencional y la última. Debido a eso hay dos tipos de sabiduría que las perciben. La verdad convencional es la que podemos percibir nosotros con esas proyecciones de naturaleza transitoria, que cambian de acuerdo a causas y condiciones. Debido a esto, son como espejismos, como arcoíris, trucos de mágia, en las cuales todas dependen de causas y condiciones.  A través de estas analogías, nosotros podemos comprender que todos los fenómenos son ilusorios, incluso si ellos parecen reales y tangibles. Toda esa causalidad es percibida por la sabiduría que conoce todos los aspectos que son cognoscibles (estudiar las dos verdades).

En la realidad última no hay impedimentos para la verdad. Esta es una mente completamente perfecta, todas las oscuraciones mentales han sido purificadas, y pueden ver a través del engaño; es decir espejismos, ilusiones y sueños: todos ficticios. La sabiduría que puede percibir esta situación es llamada “sabiduría  que conoce la realidad tal cual es”. La naturaleza de lo que nosotros percibimos como real no existe inherentemente por sí mismo. En este sentido es conveniente estudiar la realidad del yo o ego, y vacuidad del yo. 

Sabiduría y método no pueden trabajar separados (trabajan juntos), las prácticas de bondad-amorosa, compasión, bodhichita, son esenciales. Sin embargo, estas prácticas no son suficientes para liberarnos del samsara. La Sabiduría, la sexta perfección es crucial.

LOS VOTOS DEL BODHISATTVA SE INDICAN MAS ADELANTE EN UNA ENTRADA DE VOTOS O PRECEPTOS. Van aparte por ser una lista no menor. Son 18 votos principales y 46 secundarios.

En todo caso, la transgresión de los votos  puede verse restituida reconociendo sincera y oportunamente nuestras actitudes y acciones incompatibles y luego además purificarlas. Muchas iniciaciones, como la de Vajrasattva, suponen tomar los votos de Bodhisattva.

El Bodhisattva practica la bodhichita, los preceptos y las paramitas, y tiene que recorrer un camino gradual, requisito para el logro perseguido:

  1. El camino de la acumulación.
  2. El camino de la preparación o unión. 
  3. El camino de la visión.
  4. El camino de la meditación o del cultivar.
  5. El camino de la realización última o No más aprendizaje.

El método del Bodhisatva para obtener la budeidad requiere el cultivo y la práctica de la bodhichita, tanto como las paramitas. A través de estos métodos se progresa en los Cinco Caminos y los Diez Bhumis, y como resultado final, se obtiene la budeidad con los tres kayas. Desde ese estado se es capaz de manifestar sin esfuerzo, actividades para beneficiar a todos los seres sensibles hasta el fin del Samsara.

Bhumi: son 10 niveles progresivos de la práctica del Bhodisattva donde cada cual va proveyendo la base para lograr el siguiente nivel.

Dado que el tema de los Bhumis es extenso se tratara en exclusiva en la próxima entrada.

Podemos resumir que el Bodhisatva toma la bodhichita y los votos y tiene tres grandes elementos que van relacionadas entre si, para el progreso del Bhodhisattva hasta lograr la budeidad, Entonces hay una gran relación entre el trabajo de las paramitas con el camino y con los bhumis, que son interdependientes entre si.

La relación de estos tres elementos aparece como un gráfico en la próxima entrada: bodhisattva: paramitas, camino y bhumis.  Este permitirá apreciar de mejor forma la inter-relación de lo indicado anteriormente (Bodhisattva: paramitas, caminos, bhumi)

Estas elementos son:

Las seis paramitas.

Los cinco caminos.

Los diez Bhumis.

Ya conocemos las paramitas, ahora veamos los Cinco Caminos.

1. El Camino de la Acumulación.

En el Camino de la Acumulación los Bodhisattvas generan la mente de la bodhichita, Con esta bodhichita' relativa, aspiran a lograr la bodhicitta última, la sabiduría no conceptual del Camino de la Visión. Esto es conocido como el nivel de la práctica aspiracional.

Se le llama Camino de la Acumulación entonces, porque es en este nivel en el que con un esfuerzo especial se puede reunir la acumulación de méritos, y también porque marca el principio de muchos incalculables eones de acumulaciones.

El Camino de la Acumulación se divide en tres niveles: el inferior, el intermedio y el superior. En el nivel inferior del Camino de la Acumulación, es incierto cuando se alcanza el Camino de la Unión o Preparación. En el nivel intermedio del Camino de la Acumulación, existe la certeza de que se alcanzará el Camino de la Unión o Preparación en la siguiente vida. En el nivel superior del Camino de la Acumulación, existe la certeza de que se alcanzara el Camino de la Unión en la misma vida.

En el nivel inferior del Camino de la Acumulación, meditamos principalmente en las cuatro aplicaciones de la atención mental. Primero está la aplicación de la atención mental al cuerpo. Durante la post meditación, nos entrenamos en reconocer estos cuerpos como ilusorios y/o como un sueño.

En el nivel intermedio del Camino de la Acumulación, se practica principalmente los cuatro abandonos correctos, porque abandonamos todas las no virtudes, y también cualquier obstrucción para el cultivo de la virtud. Esto atañe a nuestra conducta de cuerpo, habla y mente.

En el nivel superior del Camino de la Acumulación, se practican los cuatro soportes de los poderes milagrosos. El primero es el soporte milagroso de la determinación que es el meditar con entusiasmo y aspiración hacia la concentración meditativa, de forma que la mente no caiga en la falta de fé o en puntos de vista equivocados.

El segundo es el soporte milagroso del esfuerzo, que es el aplicarse en la práctica de la concentración meditativa, en eliminar cualquiera de las faltas y obstáculos, y en cultivar las cualidades necesarias para  permanecer impasibles ante las circunstancias transitorias.

El tercero es el soporte milagroso de la atención que asegura el permanecer en un estado de atención en un solo punto, impidiendo por lo tanto, que la atención sea captada por diversos pensamientos y por influencias distractoras.    A través de esto realizamos la verdadera concentración meditativa.

El cuarto es el soporte milagroso del discernimiento que nos ayuda a mantener la concentración meditativa durante la actividad diaria como una forma de obtener poderes milagrosos, tales como los conocimientos superiores. A estos cuatro se los llama "soportes" porque soportan lograr en definitiva la concentración meditativa.

2. El Camino de la Preparación o de la Unión.

El Camino de la preparación es llamado así porque hace de conexión entre el Camino de la Acumulación, y la visión interior de la sabiduría no conceptual del Camino de la Visión. 

Este consiste en cuatro niveles: los dos primeros niveles son el de lo cálido y la cumbre, durante los cuales es incierto cuando se alcanzará el Camino de la Visión. Y los dos niveles finales de la aceptación y del supremo atributo, desde los cuales se puede estar seguro de alcanzar el Camino de la Visión en esa misma vida.

La sabiduría no conceptual del Camino de la Preparación o Visión es reconocida como un fuego que incinera los oscurecimientos emocionales. Esto se conoce como el nivel del calor en el Camino de la Preparación (es llamado así porque es el pináculo de todas las fuentes de virtud mundana). En el nivel de la aceptación, podemos aceptar sin ningún miedo la realidad de la vacuidad como la naturaleza de todas las cosas. 

El nivel del atributo supremo se llama así porque está determinado por el logro de las más elevadas cualidades que pueden surgir de la meditación, que aún está en la esfera de lo mundano. 

Estos cuatro niveles: calor, cumbre, aceptación y supremo atributo se conocen como los cuatro factores que llevan al definitivo emerger.

3. El Camino de la Visión.

El Camino de la Visión es llamado así porque es en este nivel en que por primera vez vemos la sabiduría superior de los Seres Nobles. El significado es el siguiente: se refiere en general a que se obtiene la sabiduría que discierne con precisión los aspectos individuales de todas las cosas o fenómenos. Aquí, en este contexto, se aplica más específicamente al conocimiento y la aceptación, y por ello, el consecuente conocimiento y aceptación de cada una de las Cuatro Nobles Verdades. Perfeccionando esta visión auténtica, que es la sabiduría del Camino de la Visión, el Bodhisattva llega a ser más noble que un ser ordinario.


Primer Bhumi.

Aqui se da o aparece como logro el primero de los diez Bhumis de los Bodhisattvas, el nivel en el que la verdad de la realidad de las cosas o fenómenos es vista tal cual. Es por ello llamado el Camino de la Visión. En este nivel, existe también una experiencia de un gran gozo, como nunca se hubo conocido antes; este Bhumi es conocido por ello como el nivel del "Gozo perfecto” o “Perfecta Alegría”.

4. El Camino de la Meditación.

El Camino de la Meditación consiste en meditar y en familiarizarse con la sabiduría que fue realizada en el Camino de la Visión o Preparación. El entrenamiento aquí es en el Noble Óctuple Sendero. Esto significa:  puesto que la sabiduría no conceptual ha sido realizada en el Camino de la Visión, hay una genuina visión de cómo son las cosas realmente, que es la visión correcta. Por el poder de esta visión correcta, no surgen emociones destructivas en la mente, y todos los pensamientos son virtuosos; por lo tanto, hay una intención correcta. Cuando la mente es virtuosa, las no virtudes del cuerpo y del habla no surgirán, y todo lo que se diga será para beneficio de los demás. Esto es el habla correcta, acción correcta. Siempre contento, nunca manchado por los cinco modos de vida no ética, hay entonces un correcto modo de vida. 

Siendo diligente, se da el esfuerzo correcto. Manteniendo siempre el flujo de la plena consciencia, hay atención mental correcta. Permaneciendo en el equilibrio meditativo del nivel del cuarto Dhyana y entrando en distintas formas de samadhi, hay concentración correcta.

Los nueve Bhumis siguientes se atraviesan de la siguiente forma, al camino.

Esto se podrá apreciar claramente en la entrada: Bodhisattva: paramitas, caminos, bhumis - Gráfico.

Segundo Bhumi.

El segundo Bhumi es llamado “Acero inoxidable” o "Inmaculado" porque está libre de las manchas de las faltas a la disciplina ética.

Tercer Bhumi.

El tercer bhumi es llamado “luminoso”. En el nivel intermedio de los 3 niveles inferiores del Camino de la Meditación, se perfecciona la paciencia. Todos lo oscurecimientos asociados con el enfado son purificados. 

Cuarto Bhumi.

El cuarto bhumi es llamado “Intelecto Radiante”. En el nivel superior de los tres niveles inferiores del Camino de la Meditación, se perfecciona la perfección de la diligencia. 

Quinto Bhumi.

El quinto bhumi es llamado “Difícil Cultivar”. En el inferior de los tres niveles intermedios del Camino de la Meditación, es perfeccionada la perfección de la meditación. 

Sexto Bhumi.

El sexto bhumi es llamado “Manifestación”. En el nivel intermedio de los tres niveles intermedios del Camino de la Meditación, se perfecciona la perfección de la sabiduría. 

Séptimo Bhumi.

El séptimo bhumi es llamado “Pasado Lejos” o “Yendo Lejos” porque esta avanzando más allá del samsara. En el nivel superior de los tres niveles intermedios del Camino de la Meditación, se perfecciona la perfección de los medios hábiles. puede nacer como un gobernante capaz de controlar las emanaciones de los otros. 

Estos primeros siete Bhumis son conocidos como los siete Bhumis impuros, porque mientras estamos en estos niveles, las apariencias impuras aún pueden ser percibidas directamente.

Octavo Bhumi.

En el nivel inferior de los tres niveles superiores del Camino de la Meditación, la perfección del esfuerzo es perfeccionada. Este octavo Bhumi es llamado "Inamovible" porque los bodhisattvas que han alcanzado este nivel no pueden ser perturbados por los dos tipos de percepciones, las discernidas y las no discernidas. 

Noveno Bhumi.

El noveno bhumi es llamado “Perfecto Intelecto”. En el nivel intermedio de los tres niveles superiores del Camino de la Meditación, es perfeccionada la perfección de la aspiración. 

Décimo Bhumi.

En el más elevado de los tres niveles del Camino de la Meditación, es perfeccionada la perfección de la sabiduría primordial. Los bodhisattvas en este nivel están libres de los oscurecimientos conceptuales. Este décimo Bhumi es llamado "Nube del Dharma" porque los bodhisattvas que han alcanzado este estado, pueden ser una “Lluvia de Dharma” que cae desde las nubes plena de instrucciones (enseñanzas), sobre los campos de los seres que se están entrenando.

5. El Camino de no más Aprendizaje.

En este nivel, inmensurables rayos de luz brillan desde los cuerpos de los bodhisattvas, y hacen ofrendas a todos los Budas del pasado, presente y futuro, que devuelven muchos rayos de luz de iniciaciones. El samadhi semejante a un vajra, y la completa y perfecta Iluminación es alcanzada.

De los cinco caminos, este es el quinto, llamado "No más Aprendizaje" porque ya no hay más entrenamiento que hacer; ni hay más caminos. 

Cuando el camino de No más Aprendizaje es realizado, se dice por algunos maestros-autores que los bodhisattvas alcanzan un onceavo Bhumi, llamado "Radiación Universal". Pienso que esto es para indicar que ya se ha logrado la budeidad.

En las Jatakas y otros textos se ilustran las paramitas.

                   NORMALMENTE SE HABLA DE OCHO GRANDES BODHISATTVAS:

Aunque los ocho Bodhisattvas o ” hijos de Buda” todos poseen las mismas cualidades y poderes, cada uno muestra su perfección en un área o actividad en particular. 

Manjushri encarna la sabiduría (con compasión);

Avalokiteshvara representa la compasión (de los budas);

Vajrapani representa poder (de los Budas); Simboliza la energía concentrada de los budas, el dominio sobre las pasiones y los deseos.

Kshitigarbha aumenta la riqueza y fertilidad de la tierra; representa la salvación de las tormentas infernales.

Sarvanivaranavishkambhin purifica el incorrecto hacer y obstrucciones;

Maitreya encarna el amor (de los Budas);

Samantabhadra muestra especial experiencia en la fabricación de ofrendas y oraciones de aspiración; 

Akashagarbha tiene la capacidad perfecta para purificar los pecados. Es conocido por su generosidad y actos meritorios (felicidad y sabiduría).


Podemos agregar desde Mahayana – Vajrayana:

Padmasambhava

Mandarava

Tara

Vajrapani

Vajrasatva

Sitatapatra

Nagarjuna

Shantideva


La lista de Mipham (1846-1912) Khenchen Mipham, agrega otra característica:

                        (nombre en sánscrito y ( tibetano))

Manjushri (Jampelyang) tiene una flor azul utpala [como Tara verde]

Vajrapani (Chana Dorje) - vajra

Avalokiteshvara (Chenresi) - loto blanco

Maitreya (Jampa) - árbol de naga

Kshitigarbha (Sai Nyingpo) - joya

(Sarva) Nivarana-vishva-kambin - Luna

Akashagarbha - espada -ardiente-

Samantabhadra (Kuntu-zangpo) – sol

Tres de los grandes Bodhisattvas funcionan como “protectores de la familia búdica” (Tib. riksum gonpo,) y son los más prominentes. Son Avalokiteshvara, Vajrapani y Manjushri.


Ocho bodhisattvas mujer

Son también denominadas las ocho diosas de ofertas. Son las consortes de los ocho grandes bodhisattvas: 

Diosa de la belleza (Skt. Lāsyā; TIB. Gekpama; ) la consorte de Kshitigarbha 

Diosa de las guirnaldas (Skt. Mālyā; TIB. Trengwama) la consorte de Akashagarbha 

Diosa de la canción (SCT. Gītā; TIB. Luma) la consorte de Vajrapani 

Diosa de la danza (Skt. Nirtī; TIB. Garma) la consorte de Avalokiteshvara 

Diosa de las flores (Skt. Pūṣpā; TIB. Metokma) la consorte de Sarvanivaranavishkambhin 

Diosa del incienso (Skt. Dhupā; TIB. Dukpöma) la consorte de Maitreya 

Diosa de la luz (Skt. Alokā; TIB. Marmema o Nangselma) la consorte de Samantabhadra 

Diosa de Perfume (Skt. Gandhā; TIB. Drichabma) la consorte de Mañjushri  


Simbólicamente representan el estado puro de objetos del sentido. 

En la campana normalmente ellos son simbolizados por las sílabas semilla en el hombro de la misma.


 K. Dondrup T. 2016


sábado, 14 de diciembre de 2024

COMPONENTES EN UNA FIGURA DE BUDA.

 COMPONENTES EN UNA FIGURA DE BUDA.

Siempre es posible preguntarse sobre los componentes del cuerpo de Buda, ya que las figuras, pinturas y estatuas tienen ciertas características de las que no es fácil deducir su significado. Esto incluye la posición que adopta con su cuerpo y también de sus manos.

Sobre la postura del Buda.

La postura del cuerpo y las manos (mudras) también tiene un significado simbólico:

Sentarse en la posición de Loto representa una meditación tranquila y concentrada.

Acostado, representa la muerte pacífica del Buda, el camino hacia el nirvana absoluto.

Las cabezas o Budas de pie hablan de la doctrina budista.

La mano derecha levantada con la palma mirando hacia adelante, significa protección y ausencia de miedo.

Las palmas de las manos juntas frente a una, significan oración y respeto.

La mano derecha colocada sobre la izquierda con las puntas de los pulgares juntas es la postura de meditación, es limpieza y sencillez de alma.

Las esculturas de Buda en las que los dedos de su mano derecha tocan el suelo, aluden al momento en que alcanzó la iluminación y la tierra es testigo.

La posición de los dedos pulgar e índice tocándose en círculo y el resto de los dedos extendidos se llama Vitarka mudra y alude al conocimiento interior. El círculo representa un flujo infinito de energía.

Estructura de la cabeza de Buda.

Una cabeza de Buda tallada pretende representar la sabiduría de Buda junto con la sonrisa serena en el rostro que simboliza la naturaleza pacífica y tranquila de Buda. Entre los rasgos más llamativos se encuentra la ushnisha, una protuberancia en el cráneo que representa el conocimiento y la sabiduría que alcanzó Buda tras ser iluminado, normalmente un óvalo tridimensional.

Una cabeza más grande simboliza la desconexión entre mente y cuerpo. Este estado también se conoce como Bodhisattva. 

El ushnisha representa el logro de la iluminación por parte del Buda, aunque no se sabe, ya que la función original del ushnisha probablemente pretendía simbolizar una corona en su cabeza. 

De la parte craneal de Buda:

Suelen tener los ojos entrecerrados que muestran un estado de meditación.

La leve sonrisa en la estatua muestra la naturaleza serena y nobleza del Buda después de alcanzar la iluminación. 

Un punto entre los ojos, urna, es también otra característica peculiar de las cabezas de Buda. Esta figura entre las cejas simboliza la visión sobrenatural, que lo ve todo.

En Buda, las orejas alargadas representan el poder auditivo de Buda, quien se cree que escucha lo que se necesita en el mundo. 

El cabello rizado del Buda representa la nobleza que posee. 

La ushnisha a veces toma la forma de una llama que indica iluminación. 

La ushnisha se representa como una combinación infinitamente compleja de pequeños rizos. 

Los orígenes de Ushnisha

El término se ha utilizado desde las primeras escrituras budistas. Ushnisha significa literalmente "turbante". Aunque la ushnisha siempre ha estado presente y es una característica importante de muchas estatuas e imágenes de Buda, no está claro si Buda realmente tenía una ushnisha, ya que hay más evidencia textual que afirma que Buda tenía la cabeza completamente afeitada. 

Por lo tanto, podemos entender claramente que la ushnisha ha sido hasta cierto punto una evolución en el arte budista, como las estatuas de Buda, las cabezas de Buda y otras imágenes de Buda. Y el propósito final es representar el estatus especial relacionado con el poder espiritual, el conocimiento y los ideales predicados por el Buda. En cualquier caso, es una ayuda para descubrir algunas capacidades del Buda.

La ushnisha aparece redonda, cónica, puntiaguda o con forma de llama, según la tradición escultórica.

                                                            Vajradhara

Se dice que Vajradhara, representado en azul oscuro, expresa la quintaesencia de la Budeidad misma o representa la esencia de la realización histórica de la iluminación por parte del Buda.

Por eso las estatuas de Buda tibetanos tienen el pelo azul.

Cada detalle representa un significado espiritual:

Peinado con moño (Ushnisha), símbolo de meditación o vida espiritual.

La llama en la cabeza es de origen tibetano y alude a la sabiduría e iluminación que alcanzó Gautama Buda.

Una llama, círculo o aspecto lunar, tallada o pintada en centro de la ceja, hace referencia a la iluminación.

Los ojos entrecerrados o los párpados caídos evocan la pureza de los pétalos de la flor de loto y la capacidad de concentración espiritual (ver dentro de uno mismo).

Sonrisa serena, característica del equilibrio interior de un ser libre de obstrucciones. la eterna sonrisa

Los lóbulos de las orejas alargados significan sabiduría, nobleza y capacidad para escuchar.

Los pliegues del cuello son indicadores del símbolo de la felicidad.

El rostro de Buda suele ser bastante andrógino (puede ser un rostro de hombre y/o de mujer). Simboliza que lo importante es la humanidad, el equilibrio que debe existir.

Manto monástico cruzado sobre el hombro izquierdo, representa la austeridad.

Cinturón o cordón monástico, representación del vínculo con la comunidad budista.

Pies descalzos, signo de austeridad y mendicidad.

Pedestal generalmente en forma de flor de loto o tarima reodeado de lotos, indica pureza. La flor de loto nace inmaculada del barro (ver entrada del loto). También es un símbolo de universalidad dada la disposición radial de los pétalos de la flor de loto.

Gestos de comunicación a través de las manos (Mudras).

La postura de Buda: puede aparecer de pie, acostado o sentado. Dentro de cada postura existen variantes y diferentes posiciones de las manos (mudras).     

K Dondrup T

jueves, 12 de diciembre de 2024

LA MEMORIA : UNA MIRADA BUDISTA

   

       LA MEMORIA : UNA MIRADA BUDISTA.

Rescatemos una definición para comenzar con una idea común: la memoria es la capacidad de la mente que permite a la persona “registrar o codificar, retener y recuperar” la información pasada.

Para la ciencia la memoria es un factor imprescindible para el aprendizaje, necesaria para la adaptación de los seres al medio. Para el budismo, sin contradecir lo anterior, “permitiría aprender a liberarse de los engaños mentales y avanzar en la rueda de la vida” (1). Además nos colabora en nuestra capacidad de sobrevivir, por ejemplo, recordamos a través de ella funciones básicas que realizamos en nuestro diario vivir. Sino fuera así, tendríamos que aprender a andar en bicicleta cada vez que la tomáramos.

Buda explica su importancia dando por sentado que nuestra existencia es acumulativa y que nuestro estado en vida, permite encontrar o conseguir las instancias del pasado en la memoria. Le atribuye dos grandes importancias: una es que el funcionamiento del sistema cognitivo que crea nuestra realidad, se basa en la memoria (sin ella no podríamos crear un hábito o rutina mental). Y segundo, es esencial para aprender nuevos hábitos o rutinas. Sin estas costumbres, por ejemplo, no podríamos seguir las enseñanzas budistas (2); nos complicaríamos al manejar el computador o al usar los cubiertos de comer. Nos indica también que es actualizable a los cambios de una rutina.

La psicología budista reconoce la memoria como una función del aprendizaje. Recordemos que la forma de enseñar a sus seguidores y maestros budistas incluía el recitar de memoria las enseñanzas (aún es usado este esquema en la actualidad). Este método permite reforzar la codificación que se crea para la búsqueda de información en la memoria. Si encontramos que algo es muy importante o valioso la información pasara a nuestro sistema de memoria de corto plazo (se recomienda estudiar como codifica la memoria).

Cuando nos preocupamos de algo, las condiciones de dicha preocupación se encuentran en el pasado. Si nos preocupamos de tener que cambiar el aceite al auto o pintarnos los ojos estaremos recurriendo a la memoria. Es tan importante la memoria que sin ella, por ejemplo, no seriamos capaces de realizar las prácticas budistas o funciones básicas del día a día. 

A medida que somos más “conscientes” mentalmente, por ejemplo en el caso de maestros budistas avanzados, estos pueden llegar a realizar un cambio en la memoria vía la meditación ya que la mente esta condicionada por los objetos de su atención, y por las mismas ideas y los conceptos que son aún mas poderosos para condicionarnos. Como la mente es moldeable a través de la meditación, esto permitiría a este meditador convertirse en un ser mas avanzado, ya que podría mejorar y adicionar nuevos esquemas positivos de vida y actuar de acuerdo a estos. Es decir, puede producir mejoras de hábitos en rutinas negativas y reforzar la codificación mental de otras positivas (3). El budismo tibetano aporta prácticas en beneficio de este crecimiento mental y espiritual.

Se ha confirmado por científicos que existe una plasticidad sináptica como lo indicaba Buda, y que por lo tanto las conexiones entre los sistemas neuronales se modifican dado esa plasticidad constantemente con la experiencia personal. Confirman también que la codificación es un proceso biológico que comienza con la percepción; recordemos que ésta es un skandha del sistema cuerpo – mente budista. Por lo tanto, en la medida que aumentemos nuestro nivel de conciencia nos acercamos más a las capacidades de un ser aventajado, y podremos realizar cambios positivos fácilmente en nuestra mente condicionada.

En el budismo la memoria no es una entidad que se ubique en una estructura determinada, sino que es parte de la mente. 

Nuestra mente muy sutil va más allá de la muerte física. Esta mente sigue el estadio intermedio del bardo tibetano hasta que este cuerpo muy sutil renace en un nuevo cuerpo. La memoria no tendría cuerpo material ni forma tal cual la mente, y es parte de la corriente de conciencia que perdura tras la muerte del cuerpo físico, es decir, viaja como parte de la mente muy sutil. 

¿Cómo nos explicamos que cuando renacemos no tenemos un contacto claro con la memoria de la vida anterior? La situación es que no estamos preparados aún para ello.

Un Buda puede recordar todo, cada momento de su vida y vidas que tuvo, es decir, todo lo que ha experimentado. Nosotros no estamos aún en ese nivel pero podemos alcanzarlo. La mente de nosotros podría hacerlo pero no estamos suficientemente capacitados o avanzados para tener la misma “atención” o concentración mental que un maestro, requisito por ejemplo para una adecuada meditación.

Si le preguntan a un maestro lama cómo se explicaría el budismo el deterioro de la memoria y otras capacidades cognitivas, como por ejemplo en el caso del Alzheimer, lo más seguro es que contestaría que las conciencias sensoriales no están siempre activas (también pueden estar debilitadas) y que por eso no es siempre posible acceder bien a la memoria, que aunque pareciera ausente, este nivel no desaparece; incluso podría haber fallas en las conexiones de las neuronas con el cerebro.

Es conveniente recordar lo que significa Tulku: es un término budista tibetano para referirse al maestro que logró tener un control durante la muerte, sobre la forma de renacer y principalmente, es considerado como una emanación de un maestro con altos niveles de realización. Un ejemplo, el Dalai Lama. 

Para reconocer un tulku el budismo tibetano tiene un sistema que incluye preguntas sobre el pasado y el reconocimiento de objetos, proceso que realizan cuando la persona es aún un niño de corta edad. Un buen resultado de este proceso confirma que además de existir la memoria en el traspaso del renacimiento, el joven aludido tuvo y tiene algún nivel de realización. 

K Dondrup T.

(1) En budismo www.tibetano.es (la memoria – impermanencia de la mente).

(2) En el camino budista denominado Óctuple Sendero que es el indicado para purificar la mente, durante el cual se generan procesos internos inconscientes, estos no podrían darse si no existiera la memoria.

(3) Un estudio científico entre tres universidades de Estados Unidos y monjes en los monasterios de Qjongke y Jiagu revela que la meditación budista tibetana transforma la interacción cerebro-corazón y aumenta el nivel de conciencia. (Nirakara.com/blog/la-meditacion-budista-tibetana-modula-la-conexión-cerebro-corazón). 





 

 


miércoles, 11 de diciembre de 2024

DEL VASO Y LAS PREOCUPACIONES - FÄBULA

DEL VASO Y LAS PREOCUPACIONES - Fábula.

El maestro preguntó- ¿Cuánto pesa este vaso?

Las respuestas variaron entre 200 y 250 gramos.

El maestro respondió: "El peso absoluto no es importante, depende de cuánto tiempo lo sostengo. 

Si lo sostengo 1 minuto, no es problema, si lo sostengo una hora, me dolerá el brazo, si lo sostengo 1 día, mi brazo se entumecerá y paralizará.

El peso del vaso no cambia, pero cuanto más tiempo lo sujeto, más pesado, más difícil de soportar se vuelve."

Y continuó: "Las preocupaciones son como el vaso de agua.

Si piensas en ellas un rato, no pasa nada.

Si piensas un poco más empiezan a doler y 

si piensas en ellas todo el día, acabas sintiéndote paralizado, incapaz de hacer nada."


¡Acuérdate de soltar el vaso!. 


Revisando esta fábula me acordé de Confucio, hace más de dos mil años:

 “Si tus problemas tienen solución, no te preocupes;

 si tus problemas no tienen solución, no te preocupes”. 


Vive más en paz.


jueves, 5 de diciembre de 2024

LA MENTE


LA MENTE.

Buda enseñó que todo depende de la mente. Todo proviene de nuestra mente. Nuestros pensamientos, ideas e incluso las acciones son gatilladas por ella. La causa básica de nuestros problemas es nuestra mente egocéntrica, y de allí que se perturbe fácilmente con el apego, la ira y la ignorancia. Dicha perturbación es fuente de sentimientos negativos, altera nuestra calma interior, no permite razonamientos asertivos y origina la figura de enemigos.

Texto sencillo de leer y más complejo de entender, más aún si no se está abierto y decidido al ejercicio. 

La mente no es algo material, sólido, como lo es el cerebro o un brazo. No tiene forma ni es fotografiable. Es en términos budistas un continuo inmaterial, distinto del cuerpo, capaz de “percibir y comprender” los fenómenos. La mente es la que nos hace vivir un mundo de agrados y desagrados o de satisfacción e insatisfacciones, determinando nuestra calidad de vida y los estados emocionales que presentamos, realizando para ello su función primordial de “discernimiento” o de “procesos cognitivos”, cuyo objetivo final es comprender las características que distinguen a un fenómeno en particular, por ello advierte, compara, clasifica, relaciona y también reflexiona. En definitiva, el discernimiento tiene como función distinguir un fenómeno (de otro) e identificarlo específicamente. 

Cuando hablamos de la mente no estamos refiriéndonos a un objeto, nos estamos refiriendo a la “naturaleza” de la mente que al no contar de rasgos distintivos, la hace asimilable al espacio, al vacío. Su manera de existir es la vacuidad, la ausencia de toda forma conocida de existir. Sin embargo, esta mente que nos permite conocer los fenómenos, es en sí, inteligente. 

Cuando uno mira un árbol, nuestra conciencia visual reconoce el fenómeno dado las características que éste presenta. Si la conciencia visual careciera del factor mental de discernimiento, no lo podría reconocer. Lo mismo ocurriría si alguna de las demás conciencias careciera de su propio factor de discernimiento.  Hay seis tipos de discernimientos: el asociado a la conciencia visual, a la conciencia auditiva, a la conciencia olfativa, a la conciencia gustativa, a la conciencia corporal, y a la mental  (ver entrada Conciencias).

Todo nombre que utilizamos existe ya que la mente es la que da una identificación a los fenómenos etiquetándolos (etiqueta las personas, las cosas, los pensamientos, las situaciones), razón suficiente para que se nos presenten tan reales y creamos que existen de un modo inherente. Como reconocemos que fue nuestra mente lo que lo hizo y quien después los reconoce, creemos tambien que tienen vida por sí mismas. Dada esta incongruencia es importante comprender cómo funciona la mente, cómo comprende la realidad, ya que percibimos una realidad dominada por los engaños mentales. Cuando tenemos una etiqueta positiva asignada por la mente que vive en estado perturbado, nos hace creer que ese fenómeno es fuente de felicidad y nos hace desearlo. 

Las clases de mente son tres: burda, sutil y muy sutil. 

La mente burda es la que entiende los fenómenos a través de los sentidos (visión, audición, etc.), y también se relaciona con todas las perturbaciones mentales generadas por el odio, apego, vanidad, celos etc. Es la que nos acompaña normalmente durante el día, específicamente cuando estamos despiertos, para actuar en la realidad conceptual. Esta mente burda es la mente confusa que supone que todo existe de modo inherente, y está relacionada con los aires internos burdos. 

La semisutil entiende como funcionamos, siendo más perspicaz que la burda, llegando a analizar las características de los fenómenos. Finalmente la sutil, es la mente búdica, la que se separa de nuestro cuerpo al nosotros morir, y volver en un cuerpo al renacer.

Un ejemplo bastante usado para explicar las tres clases de mente, es en base del ejemplo del sueño, que indica que cuando uno entra en un profundo sueño, nuestros aires internos burdos se disuelven en nuestro interior y nuestra mente comienza a ser cada vez más sutil, hasta que estos, se disuelven en el chacra del corazón, dentro del canal llamado central, para que se manifieste la mente muy sutil (aires internos muy sutiles). En el proceso reverso al sueño profundo, cuando uno comienza a despertar, va pasando por etapas del sueño y la mente se va haciendo cada vez más burda, hasta recuperar la memoria y el control mental.

Buda nos indicó que “la mente o conciencia muy sutil  es un continuo mental que no tiene principio ni fin. Es la que nos permite renacer de una vida a otra, es la que cuando morimos nos abandona, y la que podemos convertir en la de un Buda”. Nos dice que tenemos la mente de la budeidad, una mente original y pura, aquella capaz de realizar la visión correcta de las cosas, pero que se engaña por los perturbadores mentales que se presentan y mantenemos, esos que en el fondo nos hacen una proyección incorrecta de los fenómenos. Deberiamos limpiar la mente de los perturbadores, esos que incluso nos hacen actuar negativamente.

La mente muy sutil es la que guarda las semillas del karma y la base para los actos de cognición y el renacimiento, por eso cuando morimos es la que nos abandona.

Para interpretar mejor el concepto de "limpiar" o purificar la mente es conveniente usar una figura donde asimilamos la mente a una tierra que prepara el granjero. Éste la dispone para la siembra arándola, agregándole adecuados abonos y reduciéndolas de escombros y malezas para un mejor resultado de su fruto. En esta tierra distribuye en armonía seleccionadas semillas, manteniendo durante este tiempo un especial cuidado, sabiendo que solo así, obtendrá los productos deseados.  Con la mente, y un poco de imaginación se da un proceso similar, donde si no nos preocupamos de nuestras acciones sembraremos en ella semillas deficientes o no virtuosas, y si en cambio nos preocupamos tendremos la posibilidad de purificar (mejorar) semillas negativas para evitar su manifestación y realizar acciones positivas generadoras de semillas virtuosas, que permitan cultivar y refinar nuestra mente para se manifieste en sus absolutas y reales capacidades.

Buda también nos reveló hace más de dos mil años que las causas de felicidad y sufrimiento se encuentran en nuestra propia mente, que no se necesita nada externo para ser feliz, y que si uno se esfuerza llega poco a poco a alcanzar un estado mental de felicidad permanente (remitirse a las entradas implicadas si desea ampliar algún tema). 

En alguna oportunidad pudo haber experimentado el lector, el haber superado serena y naturalmente angustias provocadas por perturbaciones mentales, incluso bajo complejas situaciones externas enfrentadas; ello es factible al contar con una mente en mayor armonía y paz. Una mente en verdadera armonía se consigue solo trabajando en ella, y su consecución involucra un esfuerzo constante que gradualmente llegará a depurarla, a encontrarla en su origen. 

La meditación es la vía para purificarla, para llevarla a su estado natural de pureza y armonia desprendiendo los obstáculos que presenta debido al karma negativo y las obstrucciones mentales. A través de esta práctica, se llegan a reducir los engaños mentales (perturbaciones mentales) que alteran la paz interior y nos hacen actuar con la influencia de la perturbación o su discernimiento erróneo: odio, apego, ignorancia, orgullo, celos, vanidad, - seis causas importantes del sufrimiento - y que al lograr sustituirlos por estados apacibles, mejoramos nuestros hábitos personales, beneficiándonos virtuosamente, ya que “a través de la meditación es factible beneficiarse logrando cambios graduales y definitivos en la mente”. Meditando lograremos que una paz mental se asiente para actuar adecuadamente, reducir las virtudes negativas, e incluso, podremos llegar a eliminarlas.

Los maestros budistas saben por experiencia propia cuan maleable es la mente, y que con tiempo, paciencia, esfuerzo y método llegan a mantener en sí una serenidad, dicha y claridad notables. 

Para comprender lo de “engaño mental”, indicado anteriormente, recordemos por ejemplo que el odio identifica al fenómeno como si fuera desagradable y el apego como causa de felicidad. Aquí está en pleno manifiesto el engaño, ya que el fenómeno nos cautive o no, depende de nuestra propia mente y no del como tal, pues dichas características el “objeto” realmente no las contiene en sí, siendo nuestra mente la que nos engaña al apreciar erróneamente. 

En definitiva, la mente de cada uno de nosotros está condicionada para pensar de cierta forma, tener una visión del mundo, influenciada por dogmas, prejuicios, conocimiento, experiencias, y empapada con patrones que adoptamos de las emociones positivas y negativas, que continuamente nos generará conflictos al enfrentar la vida. Como nuestra mente está normalmente con perturbaciones durante el día, que va de estados mentales como amor, tristeza y cariño hasta estados mentales negativos como (o mentes de:) odio, egoísmo, celos, deseos, vanidad, nuestro problema entonces es cómo podemos reducir nuestras perturbaciones o engaños y dejar de manejar tan desfavorablemente la energía de la mente. La solución sigue siendo que tenemos que adiestrar la mente para que progresivamente se libere de los condicionamientos imprecisos del samsara, y aflore su calma, claridad, objetividad y con su sabiduría natural permita reflejar la verdad última. 

Como la mente está condicionada para pensar de cierta manera, por tanto, incide en la visión que se tiene del mundo. Se basa en la creencia de que la percepción que realiza de los fenómenos es la verdadera realidad de los mismos, ello dado los perturbadores mentales que la influencian con nuestra concepción egoísta de la vida. Estos “tres venenos” dijimos que se sustentan en nuestra actitud egocéntrica. El apego es un factor mental perturbador que estima que el fenómeno observado es causa de felicidad y por tanto lo desea. El odio es producto de exagerar las malas características de un fenómeno (hasta considerarlo un enemigo) y la ignorancia tiene que ver con aferramiento propio.

  La evolución depuradora de la mente mediante la práctica espiritual, 

perfecciona a la persona

Dado que la  mente es nuestro núcleo de desarrollo espiritual (un continuo inmaterial), factible de perfeccionar con la meditación y las buenas acciones, nos permite definitivamente liberarnos del temor a la muerte, del egoísmo y del renacer pues nos permite captar la “verdad última” de los fenómenos, y cuyo fruto final será la Iluminación. 

Recuerde que la calidad de la mente depende de uno mismo y de nadie más, involucrando lo que ha hecho, pensado y sentido, y que con una mente sabia (la mente en su estado original es claridad) descubrirá las causas del sufrimiento y podrá eliminar el padecimiento. Adiestrar la mente es poder deshacerse de las toxinas mentales que la perturban y obscurecen, es cultivar el amor, la compasión, y alimentar una paz y felicidad más duradera que beneficiará a uno y los demás. 

¿Entonces, la mente nos genera conceptos erróneos de la realidad?  

Si, ella nos genera problemas. Hay que tener claro que todo proviene y es producto de nuestra mente. La causa básica de nuestros problemas es nuestra mente egocéntrica, y de allí que se perturbe fácilmente, como dijimos, con el apego, el odio la y la ignorancia de la realidad. Dichas perturbaciones son fuente de sentimientos negativos, que alteran nuestra calma interior, y no permiten razonamientos asertivos.

Como podrá deducir de lo leido anteriormente, la mente es lo prioritario y esencial en el budismo vajrayana, donde lo que se busca es alcanzar el estado natural de la mente (mahamudra), ella sin perturbadores o agitadores a través de la práctica de la meditación, apoyada con la ética budista. Este camino vajrayana o diamantino o tibetano o tántrico permitiría que uno alcance el objetivo del nirvana en el periodo de una vida, ya que está centrado en la experiencia intima de uno y su mente. En el fondo, se busca un si mismo sin perturbadores mentales, asentado en la naturaleza mental considerada auténtica, o mente clara o mente búdica. 


Buda indicó: “Somos lo que pensamos”. “Todo depende de la mente”. “Todo es producto de la mente”.


La actitud egocéntrica se sustenta en las perturbaciones mentales.


La mente siempre nos genera concepciones erróneas de la realidad, ya que debido al apego, toma el camino de satisfacer los propios deseos 


Una mente pura, de claridad (despejada de los perturbadores mentales), es la mente de un iluminado.


Todo surge y se disipa en la mente, los pensamientos, emociones, sueños. Definitivamente todo.


Comprender la mente es elemental para entender las enseñanzas de Buda, en especial la Iluminación.


K Dondrup T. 2010





miércoles, 4 de diciembre de 2024

EL CAMINO MEDIO BUDISTA


EL CAMINO MEDIO.

BUDISMO - CUATRO NOBLES VERDADES.   


INTRODUCCIÓN.

Nagarjuna fue el fundador de la escuela Madhyamaka (“Camino Medio”) siglo II-III d.C. quien fue un notable maestro budista que enfatizó profundamente las enseñanzas originales de Buda respecto del tema del camino medio. Según fuentes tibetanas nació en el sur de la India en una familia que formaba parte de los brahmanes. Su texto Mulamadhyamakakarika, es decir, los “Fundamentos del Camino Medio” constituye uno de los grandes tesoros del budismo Mahayana, manual muy comentado y alabado.

Este camino permite principalmente la erradicación del apego, el conocimiento de uno mismo, el despertar la compasión y la comprensión de que las cosas dependen entre si, unas de otras, es decir, la existencia de la interdependencia (lo que se asocia a vacio).

El contenido esencial del pensamiento de Nagarjuna es lo relativo a la “vacuidad” de los fenómenos, tema de vital interés en la vida pública, religiosa, académica y otros ámbitos. Lo que Buda nos enseño sobre insustancialidad “todos los dharmas son insustanciales” (1) uno de los tres elementos de la existencia junto a impermanencia y sufrimiento, en Nagarjuna lo veremos profundizado como “vacuidad” (él imaginó todas las cosas vacías, lo que no equivale a decir "nada") por lo que, cuando se advierte que la sustancia de los fenómenos es su insustancialidad se está haciendo referencia a la vacuidad.

“Nagarjuna: Solamente porque los fenómenos son vacíos, estos pueden surgir o desvanecerse. Si los fenómenos no fuesen vacíos no habría desarrollo y el mundo seria estático, sin cambio. Pero tomando en cuenta la impermanencia del mundo esta claro que esto no puede ser verídico. En ningún sitio hay algo que sea permanente. Y por eso, concluye Nagarjuna, no hay en ningún sitio algo que no sea vacío”.

(1) Insustancialidad: es la idea que no existe una esencia o entidad intrinseca y duradera en la persona (o cosas). La persona es un complejo cuerpo-mente que cambia constantemente y que dejará de existir en algún tiempo más (Impermanente). Nagarjuna dice que no hay ningun dharma no surgido en dependencia, luego, no existe ningun dharma que no esté vacío. 

Nota: Esta materia la veremos más adelante en una entrada denominada "vacuidad". Para facilitar la comprensión del estudio del tema, veremos Camino y luego Vacuidad.

CAMINO MEDIO.

El “Noble Óctuple Sendero” es denominado  “Camino medio”. Este camino alejado de los extremos es tal vez, para algunas personas, muy exiguo para los logros potenciales enunciados por el budismo. Nada más lejos de la realidad. 

Este camino es una experiencia personal no ajena de esfuerzo, que implica una práctica y ética bastante más demandante y exigente de lo que estamos acostumbrados, para llegar a superar el sufrimiento y encontrar felicidad para uno y emanar a los demás. Nada tan sencillo de conseguir.

Buda entendió que los extremos del placer (situación que vivió), y el de las privaciones y dolor por el ascetismo duro que practicó, no eran el camino a lo anhelado, por el contrario, siempre se encontró con el sufrimiento y la insatisfacción. Confirmó que ambos caminos son “infructuosos, inoperantes, insuficientes” y que no conceden armonía ni felicidad. Entendió que debe haber un balance hacia la vida considerando la regulación de los impulsos y nuestra conducta. Es decir, el camino medio involucra una “correcta visión de la vida” considerando aquellas acciones y actitudes positivas que crearan felicidad a uno y llegarán a los demás seres sensibles. Buda lo experimenta en su propia vida y bien podremos confirmarlo nosotros mismos con nuestra corta experiencia de vida, en que es muy posible que por el ejercicio de ella, intuyamos o confirmemos del despropósito que conllevan los extremos. 

Predicó que los ocho principios componentes de la sabiduría, la conducta ética y la disciplina mental (“Noble Óctuple Sendero”) son la vía por la cual se puede dominar la conducta personal, desarrollar una “consciencia superior” y alejarnos del sufrimiento. Es un camino que respeta la dignidad y la santidad de la vida, logrando vivir en armonia y equilibrio sin egocentrismo.

Este “Camino medio” enunciado, es una orientación básica en la ética budista. Su práctica también nos permitirá concentrarnos en el momento presente viviéndolo en mayor conciencia, al poder liberarnos de las distracciones mentales que se nos presentan, ya que nos resbalaran de la mente y seguirán su curso natural. Si somos capaces de lograr algo de lo anterior, comprobaremos que el dolor puede evitarse, que la felicidad duradera puede alcanzarse, y que éste es el camino que nos guía a ello. 

Buda decía que una orilla representa los excesos y la otra las privaciones y al quedarte atrapado en una de ellas te arruinarás como ser humano. Ello es así, es fácil admitir, difícil de alejarse. Para colaborar en ello, está esta guía del camino conductual budista.

Buda cuando meditó para conseguir la Iluminación no se dejó engañar por Mara, y no permitió que los deleites ofrecidos ni el sufrimiento padecido le distrajeran, ya que sabía que caer en alguno de los extremos, le impediría conseguir su noble propósito. Se impuso a la oferta dañina que lo sacaría de mantener su ética budista.

En un sentido más amplio, el camino del medio se refiere a la “correcta visión de la vida”, esa que enseña el Buda, y de aquellas acciones o actitudes que crearán felicidad para uno mismo y para el prójimo. 

Todas estas ideas son ejemplificadas por la propia vida de Shakyamuni, tal como se nos ha transmitido por la leyenda. Nacido como príncipe, Shakyamuni disfrutaba de todos los placeres y comodidades físicas. No obstante  insatisfecho con aspirar sólo a placeres efímeros, salió en busca de una verdad más profunda, más duradera. Ingresó en un período de prácticas ascéticas extremas, privándose de comida y de sueño, llevándose al borde del colapso físico. Sintiendo la futilidad de este camino, reconsideró y comenzó a meditar con la profunda determinación de comprender la verdad de la existencia humana, que la había eludido tanto en una vida de ascetismo como en una vida de lujos. 

Fue entonces como Shakyamuni despertó a la verdadera naturaleza de la vida, a su profundo manantial de ilimitada vitalidad y sabiduría. 

Después, para guiar a sus seguidores hacia este mismo Camino del Medio, les enseñó el Óctuple Camino que es una guía para el despertar, consistente en ocho principios, tales como la conducta correcta, el discurso correcto, etc., que componen las tres disciplinas: la ética budista, la disciplina mental y la sabiduría, por los cuales los individuos pueden gobernar su conducta y desarrollar un verdadero conocimiento de sí mismos. Desde entonces, en diversos puntos de la historia del Budismo, los estudiosos budistas han intentado aclarar y definir la verdadera naturaleza de la vida.

En resumen, el “Camino medio” nos plantea un desafío altamente deseable, que como podemos apreciar, está lejos de la flaqueza, la mediocridad y la comodidad. Implica un estilo de vida y un desarrollo mental que requieren de un esfuerzo destacado y constante, para conseguir un verdadero progreso espiritual. 


El camino de la sabiduría se aparta del camino del ego.


Al practicar el Noble Óctuple Sendero se inicia un camino de evolución espiritual, con cambios positivos en el ser que le serán permanentes.


Es bueno recordar que no hay nada fijo en esta existencia, todo fenómeno cambia constantemente. No hay ninguna base fija a la realidad.


Las Cuatro Nobles Verdades son el principio raiz de las enseñanzas budistas. Ellas te guiarán por el sendero adecuado para obtener los logros espirituales que consiguió Buda. 


El ser humano esta aquí en esta vida para su superación espiritual, quien es el único que tiene la posibilidad de lograrlo en estos reinos. ¿Porqué no atreverse a crecer como persona si existe un camino de logros comprobados?


El budismo enseña una filosofia práctica de vida. Estudiada por todo tipo de personas en el mundo, incluidos los cientificos.


Revise: entrada de las Cuatro Nobles Verdades. K Dondrup T. 2005





lunes, 2 de diciembre de 2024

DESARROLLO DE LA SANGHA

 

DESARROLLO DE LA SANGHA.

La palabra Sangha alude al grupo de discípulos o comunidad espiritual. 

Con sus antiguos compañeros que estuvieron en los inicios con él, la sangha ya estaba constituida por cinco monjes, aunque el crecimiento del número de seguidores sería rápido. Esto, gracias a los fundamentos de las enseñanzas que satisfacían las inquietudes espirituales de las personas.

Estando Buda y su grupo en el Parque de los Venados de Benarés, se les acercó un rico y despreocupado joven llamado Yasa, quien vivía en el palacio de su padre sin que nada le faltara. Luego de oír las enseñanzas del Dharma que dio el propio Buda al grupo, Yasa entusiasmado por ver un camino de realización personal acorde a lo soñado, solicitó con fervor convertirse en monje. Buda les enseñaba a sus discipulos diariamente y más de una vez al día si fuere posible. 

Este entusiasmo no será tan aislado, se manifestará en diversas oportunidades posteriores, cuando las personas demandan con convicción ante el saber de Buda, la aceptación en la Sangha.

El padre de Yasa, un noble acaudalado, alarmado en casa ya que no lo encontraba por horas, partió a buscarlo bien entrado el atardecer, encontrándose pronto en el camino con Buda a quien conocía de referencias. Le interpeló preguntando por su hijo y éste le indicó que se encontraba cerca y le acompañaría. Caminaron hacia el lugar desde donde Yasa divisó a su padre y se les acercó saludando respetuosamente. Le explicó expresivamente al generoso padre, las enseñanzas recibidas, quien interesado en ahondar en ellas conversó largamente con Buda. 

Luego de escuchar tan lúcidos conocimientos decidió convertirse en discípulo. Como ya era tarde, este caritativo hombre invitó a Buda y sus seis monjes a comer a su casa. Después de comer en los espléndidos jardines y bien entrada la noche, Buda platicó a solicitud del dueño de casa a los presentes. Los cincuenta y cuatro asistentes que no conocían las enseñanzas budistas, quedaron tan impresionados que pidieron ser aceptados para practicarlas. La Sangha ya estaba compuesta por sesenta miembros.

Un primer viaje fue desde el parque de los venados hasta Uruvela. Se cuenta que allí encontró treinta hombres acompañados de sus esposas, menos uno, que se hacía acompañar de una cortesana de no muy buenos trigos. 

Esta mujer en un momento de descuido de su compañero tomó algunas cosas menores y se marchó rápidamente. Cuando el hombre advirtió el robo avisó a sus compinches que comenzaron de inmediato a buscarla. Cerca del lugar estaba Buda descansando en el prado bajo un árbol; al encontrarlo le explicaron lo ocurrido y preguntaron por la mujer en cuestión.

Buda manifestó: “¿No será mejor descubrirse uno mismo antes que usar el tiempo en esa búsqueda sin sentido?”

Comprendiendo lo señalado, varios se interesaron en el tema y se sentaron a conversar con Buda olvidándose  de la mujer. Luego de transcurrido el tiempo tomado por las enseñanzas, también quisieron participar del grupo de budistas. 

Así, continuaba el acelerado crecimiento de la Sangha; resultado de una clara explicación de la filosofia budista y de la aceptación espontánea de las personas al apreciar una  solución de los problemas que los implicaban. En este mismo lugar, Uruvela, había tres célebres hombres santos que contaban con adeptos. Kassapa de Uruvela tenía un grupo de quinientos partidarios, Kassapa del Río tenía trescientos y Kassapa de Gaya doscientos seguidores. Estos santos hombres que reconocieron y acogieron afectuosamente a Buda cuando se les acercó, le pidieron que les ilustrara de sus enseñanzas de las cuales ya tenían favorables noticias. Al término de la charla quedaron tan impresionados de las reflexiones en pos de la liberación, que se unieron decididamente a la Sangha. 

Buda y sus seguidores viajaron y llegaron a Rajagrha (Pali: Rajagaha), capital de Magadha, cuyo rey Bimbisara al saber que Buda estaba en su ciudad fue prontamente a visitarlo con un numeroso séquito, quienes después de solicitar les diera sus enseñanzas y escucharlas, pidieron ser discípulos de Buda, incluido el rey. 

Este rey fue muy importante para el desarrollo material de la Sangha, y 

un modelo en el proceder ético.

Bimbisara invitó a Buda y su gente al palacio para que se alimentaran y asearan. Luego de comer e intercambiar palabras de buen sentir, le ofreció para toda la Sangha un jardín situado afueras de la ciudad; el Bosque de Bambú (Venuvana), lugar donde podría establecerse la comunidad en las temporadas de lluvia. De hecho, fue aquí donde se refugiaron durante algunas temporadas, dado que el periodo del monzón en esta zona es implacable.

Cerca de Rajagaha estaba el poblado de Upatissa y Kolita. Los hijos de los jefes de estas aldeas que eran muy amigos y que deseaban desarrollarse espiritualmente para dar un mayor sentido a sus vidas, habían partido en búsqueda de satisfacer su anhelo. Un día uno de ellos, Shariputra, (Sariputra) el de mayor inquietud, divisó un asceta mendigando que le llamó la atención por su serenidad y modestia. Se acercó decidido para conocerlo. El hombre era Assaji, uno de los cinco primeros monjes amigo de Buda, quien le expuso en forma afable un resumen general de las enseñanzas, ante la insistente solicitud recibida del joven. 

El hijo del rey de Upatissa experimentó una clara visión de la enseñanza, por lo que intrigado preguntó quién era su maestro. Shakyamuni es mi maestro le respondió. Dio las gracias y se fue en busca de su amigo, quien al verlo  inmediatamente notó de un cambio en su semblante. Shariputra entusiasmado le dijo: he encontrado al monje apropiado. Juntos y muy decididos fueron a encontrar a Buda con la intención de incorporarse a la Sangha. Shariputra alcanzó la realización del Dharma y destacó por su sabiduría en el grupo budista. 

Después de lo de Bimbisara fue común que personas pudientes pusieran terrenos o jardines a disposición de la Sangha. Anathapindaka, un próspero banquero que había escuchado de las enseñanzas y sin poder contenerse sabiendo que Buda pasaba por el lugar, se acercó al grupo y solicitó conocerlo. Cuando se acercaba a Buda, éste le interpeló saludándolo con su nombre Sudatta. Quedó sorprendido y emocionado al ver que le llamaban por su nombre. Tuvo la oportunidad que le instruyera y a los pocos días se había convertido en un nuevo discípulo.

Anathapindaka vivía en Savatthi, lugar al que invitó a Buda un tiempo después de incorporarse al budismo, donándole para la Sangha un sitio que compró y en el que se construyeron varias habitaciones para la Sangha. Este lugar denominado el Bosque de Jeta, llegó a ser el predilecto para los retiros, y el monasterio distinguido por el nombre de Jetavana.

Al poco tiempo después, el padre de Buda enfermó gravemente por lo que decidió ir a visitarlo. Estuvo a su lado en el lecho de muerte aliviándole el dolor y ampliándole temas del Dharma, hasta su muerte. Se cuenta que antes de morir alcanzó la Iluminación.  

Pareciera que fue muy rápido el incremento de la Sangha, pero la verdad, ante un maestro iluminado como Buda, seria muy dificil no entender las enseñanzas del budismo e inspirarse a conocer más de las mismas. Es comprensible esta actitud si recordamos las profundas enseñanzas de las Cuatro Nobles Verdades, con su camino de liberación, envuelto en una ética basada en pensar y actuar en función de los seres sensibles, de sus necesidades y sufrimientos.

K Dondrup T  2005

domingo, 1 de diciembre de 2024

LAS TRES JOYAS BUDISTAS

 

LAS TRES JOYAS BUDISTAS

En el budismo cuando se hace mención a “Las Tres Joyas” se está aludiendo a Buda, el Dharma y la Sangha; “Los Tres Tesoros budistas”, los componentes centrales del budismo. 

Es necesaria una comprensión de lo que encierran estos términos, para entender el pensamiento budista y percibir a lo que refiere el sendero y los métodos para la consecución del propósito final budista.

 “Las Tres Joyas” son:

Buda: “el iluminado”. El maestro inspirador que nos ofrece su gran “sabiduría y compasión” para alcanzar las realizaciones espirituales que ofrece el budismo.

El Dharma: las enseñanzas de Buda, las que nos ofrecen un camino que nos facilitará vivir el día a día, nos alejará del sufrimiento y nos permitirá alcanzar el despertar personal o Iluminación.

La Sangha: la comunidad de budistas. El conjunto de amigos espirituales que participan de la práctica del Dharma, y los relaciona la “Renuncia, el Refugio y la Meditación”.

Es importante que revise las entradas relacionadas con:
BUDA y el
DESARROLLO DE LA SANGHA. 


LOS 37 ASPECTOS DEL CAMINO A LA ILUMINACION

  kdt