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jueves, 31 de octubre de 2024
lunes, 28 de octubre de 2024
NIVELES DE CONCIENCIAS - LAS CONCIENCIAS
NIVELES DE CONCIENCIA
Según el budismo existen nueve niveles de conciencia, que operan constantemente para crear nuestra vida; en realidad es una conciencia con varios niveles de manifestación o profundidad.
El budismo enseña nueve conciencias que proporcionan la base para una comprensión integral de lo que somos y cómo somos. También ayudan a explicar cómo el budismo ve la continuidad de nuestras vidas con los ciclos de nacimiento y muerte. Todo es, una estructura de planos de vida conscientes y subconscientes.
Las primeras seis conciencias:
Las primeras 5 conciencias corresponden a los cinco órganos de los sentidos (vista, oído, olfato, gusto y tacto) representados por los propios sentidos.
1. conciencia: (sentido) del tacto
2. conciencia: (sentido) del gusto
3. conciencia: (sentido) del olfato
4. conciencia: (sentido) del oído
5. conciencia: (sentido) de la vista
Entonces: La sexta conciencia es la conciencia mental cuya función es integrar y procesar los diversos datos sensoriales para formar una imagen o un pensamiento, con lo que cada uno de los cinco sentidos está informando. Cada una de las conciencias de los sentidos analiza lo que corresponde a cada cosa u objeto aprehendido.
Por ejemplo: el "ojo (órgano)" con su "conciencia de la vista" apreciará el "color y la forma del objeto".'
Fórmula: órgano – conciencia del órgano – carácter. del objeto (detectado por la conciencia).
Ojo – conciencia de la vista – color y forma del objeto.
Oído – conciencia del oído – ruido (tipo de ruido) del objeto.
Esencialmente con estas seis conciencias realizamos nuestras actividades diarias.
Las primeras cinco conciencias, los cinco "órganos sensoriales" son los medios por los cuales es posible que el mundo exterior se conecta con el interior, y son considerados como elementos del primero de los cinco agregados o skandhas, es decir, el agregado de materia o forma. Perciben, recopilan y transmiten información a la sexta conciencia quien la integra, la evalúa y forma una respuesta.
A través de la sexta conciencia que está siempre activa (que recibe información, analiza e identifica) somos capaces de distinguir las características únicas de todos los fenómenos, de tal manera que podemos tomar acción sobre todas y cada una de las situaciones que se presentan en cada momento, porque identificamos y podemos actuar reaccionando.
La sexta conciencia considera las diversas circunstancias de la vida diaria y opera en respuesta a ellas. También apoya nuestras actividades diarias como los sueños, la memoria y la imaginación.
"El budismo afirma que si purificamos los primeros seis niveles de conciencia, podemos percibir las cosas en su verdadera realidad o verdad. (Ver entrada: Realidades o verdades).
Los primeros seis niveles tienen que ver con el mundo exterior, a partir del séptimo no dependen del mundo exterior y tienen que ver con el mundo interior; se conocen como niveles espirituales.
Luego, debajo del sexto nivel está el séptimo nivel de conciencia. Siempre en profundidad del plano interno. El séptimo nivel es donde se manifiesta el apego a uno mismo y la capacidad de “distinguir entre unos y otros”.
Esta séptima conciencia (conciencia: mano), no depende de los sentidos, representa el poder del pensamiento. Como resultado de este nivel de conciencia se manifiestan los valores, conceptos, principios. La "mano" es la base de nuestro sentido de identidad. "En esta conciencia se manifiestan" las múltiples características del ego, y el apego, la arrogancia, la inseguridad, los conflictos, el sufrimiento incluyendo la arbitrariedad y los juicios de valor. También incluye nuestro sentido del bien y del mal, distinguimos lo verdadero de lo falso y podemos reflexionar sobre nuestro comportamiento y decidir si mejorar nuestros patrones de conducta.
Mientras que la sexta conciencia tiene como objeto las diversas circunstancias de la vida diaria y opera en respuesta a ellas; la conciencia "mano" opera desde nuestro interior, independientemente de cualquier circunstancia externa. Este nivel esta orientado a nuestra vida interior.
La "mano" representa el ámbito del pensamiento abstracto y analiza nuestro mundo interior.
La séptima conciencia es la base de nuestra noción de identidad individual.
El apego a un yo diferente y separado de los demás se basa en esta conciencia, que tiende a abrazarnos con nuestro propio ego y con ello sólo nos induce a la arrogancia y al egoísmo. En este nivel reside el miedo a la muerte, el que tiene sus raíces en las capas profundas del inconsciente.
Las enseñanzas budistas indican que del séptimo nivel de conciencia surge la octava conciencia, que la percibe como algo fijo, único y aislado de todo lo demás. La séptima no percibe la verdadera naturaleza de la octava conciencia: un flujo permanente de energía vital. La octava conciencia está en un estado de flujo constante, y es en este nivel donde nuestras respectivas vidas interactúan y ejercen una profunda influencia mutua.
La ilusión de que la octava conciencia es el verdadero yo, asi la percibe la séptima, es lo que no nos permite percibir la interconexión -interrelación- de todos los seres. Esta cuestión de interconexión de fenómenos se encontrará en el ingreso de "realidades o verdades".
La octava conciencia se llama Alaya (que en sánscrito significa: depósito) (depósito eterno de la conciencia) es una conciencia muy sutil, que es donde se acumulan todas las experiencias que vivimos (sea vivencias en forma o imágenes de acciones, pensamientos y palabras) determinando nuestro karma. Es aquí donde reside la energía de nuestro karma positivo o negativo. Es en el fondo de nuestro inconsciente donde se almacena toda la potencialidad kármica, recogiendo y conservando experiencias personales y colectivas. Todo queda registrado en esta conciencia aún la persona no recuerde lo que hizo, por lo tanto, existen los "efectos" de todas las causas acumuladas.
Nuestras acciones registran una "huella, marca o impresión" en las capas profundas de la octava conciencia llamadas "semillas kármicas". Las "semillas de energía kármica" en la conciencia alaya representan nuestro karma, o el poder latente producido por nuestras acciones que producirán efectos futuros, cuando maduren en esta vida o en la siguiente. Ver entrada del Karma.
La conciencia Alaya se encuentra en un estrato aún más profundo que la conciencia "mano".
La octava conciencia es neutral y receptiva a todo lo que está "impreso" como karma. La energía se manifiesta cuando las condiciones están dadas o son propicias para la maduración. Las causas positivas latentes, el karma positivo, pueden manifestarse tanto en forma de efectos beneficiosos en la propia vida (ésta o la próxima) (positivos por ejemplo: no violencia, autocontrol, compasión, sabiduría). Las causas del karma negativo latente a veces se presentan como formas de ilusión engañosa y acción destructiva, generando sufrimiento para nosotros y los demás.
Entonces la conciencia Alaya considera todas nuestras acciones, pensamientos, palabras y sentimientos, todo lo que se manifiesta a través de las funciones de la séptima conciencia, las cuales quedan grabadas momento a momento en la conciencia Alaya como energía que tiene potencial futuro para influir en nosotros, ya que es nuestro karma.
A medida que los diferentes niveles de conciencia se transforman, cada uno crea algunas formas únicas de sabiduría. La sabiduría de la octava conciencia nos permite percibirnos a nosotros mismos, nuestras experiencias y otros fenómenos con perfecta claridad, y "apreciar la interconexión y la interdependencia de todas las cosas".
Las primeras siete conciencias, que funcionan activamente mientras estamos vivos, se retiran en el momento de la muerte a un estado latente dentro de la conciencia alaya.
"Mientras las primeras siete conciencias desaparecen con la muerte, la octava persiste a través de los ciclos de la vida (incluida la muerte), es decir, persiste de un renacimiento a otro."
Todos los recuerdos, hábitos y acciones positivas y negativas acumuladas en esta conciencia, que quedaron grabados de nuestra vida como karma, forman un marco de referencia para la existencia humana individual que atraviesa el ciclo de muerte y renacimiento. La conciencia Alaya con la información karmica que posee determina cuál será el próximo reino de vida y la forma que será adoptada. La palabra sánscrita Alaya significa “no extinción”, inextinguible en el ciclo de nacimiento y muerte.
"Alaya es la semilla con energía y voluntad para llevar a los seres sintientes a otra vida".
En un nivel más profundo y poderoso se encuentra la novena conciencia llamada "amala", que significa "pura". Es la conciencia fundamental, que está libre del orden kármico y es equivalente al mundo de la Budeidad. Es el origen mismo de la vida universal y tiene el poder de transformar el flujo de energía e incluso de la materia. Es la conciencia que posee un Buda.
La novena conciencia de la "Budeidad" o naturaleza búdica, no es más que experimentar alegría, sabiduría, compasión y felicidad absoluta, en cualquier circunstancia. Este estado se llama Amala que en sánscrito significa inmaculado. Está libre de las impurezas que el individuo pueda traer como resultado de sus acciones pasadas y pensamientos acumulados en la octava conciencia. '
'"Esta conciencia emana de lo más profundo y es capaz de transformar incluso el karma negativo más arraigado en la octava conciencia”.
Es la conciencia propia del estado de Buda.
Al despertar esta conciencia pura y fundamental permite que nuestras otras conciencias funcionen de manera iluminada (un Buda puede elegir seguir en esta vida).
Las conciencias son distintas y operan juntas constantemente para dar forma a nuestras vidas.
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Espíritu sutil y conciencia suprema.
Entonces el espíritu se reúne con el espíritu de Buda, esa sustancia que se llama espíritu sutil, sin principio ni fin, independiente del cuerpo y del cerebro y causa de la verdadera conciencia. Este espíritu sutil, que por fin se manifiesta libre de todo apego, ha eliminado por completo los obstáculos que se interponían en el camino de la visión de "la naturaleza última de toda existencia".
La Fuerza del Budismo, Dalai Lama, Ediciones B, Serie de Bolsillo, España, 1995.
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K.D.T - 2012
domingo, 27 de octubre de 2024
LA IMPERMANENCIA - QUÉ ES Y CÓMO NOS AFECTA.
Es parte de la Primera Noble Verdad, tema que se recomienda leer antes, como complemento de este tema; ver entrada de las "Cuatro Nobles Verdades".
Con ello nos indica que no existe nada permanente, las hojas se caen, las ideas aparecen y se van, no todos los días son iguales, esta lloviendo y cambia a sin lluvia.
Hay distintas estaciones climáticas, aparece una y se va, es reemplazada.
El tiempo tampoco es estático, estamos en el presente e inmediatamente ocurre que da paso al pasado. Hasta el pensamiento y las ideas son impermanentes, aparecen y se van.
Todo cambia a su tiempo. Un árbol no es permanente, como un auto no lo es y una roca tampoco, cada uno de ellos a su tiempo. Todo fenómeno es impermanente incluida nuestra vida. Nacemos y comenzamos a morir. Nuestras células y órganos también tienen tiempo de vida (1). Muchas células se renuevan cada dos, tres y cuatro días. Las plaquetas, cuya función es facilitar la cicatrización de las heridas, viven unos diez días. Los glóbulos rojos se renuevan cada cuatro meses. Las células óseas también se reponen. Vivimos reponiendo nuestra estructura corporal. Cada cierto tiempo somos otros, no somos el mismo organismo que éramos, por ejemplo, hace seis meses. Por último, al morir la persona mueren también sus células.
Sufrimos creyendo que las cosas son permanentes; la permanencia que pensamos que tienen las cosas nos hacen sufrir ¡pues no la tienen!. Cuando se nos quiebra algo, cuando se muere nuestra mascota o cuando enfermamos sufrimos. ¡Existen muchas personas que sufren incluso porque se les terminan las vacaciones!.
Para la mayoría de los seres humanos, la impermanencia parece irrelevante y debemos comprender que ello no es así. Es muy importante internalizar y comprenderla para lograr menos sufrimiento y mayor felicidad.
Si fuera todo permanente: ¿Podríamos crecer internamente? ¿Podríamos seguir un camino espiritual? ¿Podríamos iluminarnos? ¿Podríamos cambiar a mejor persona? ¡Que desastre!
(1) “Parece increíble y muchos lo desconocen, pero la piel es el órgano más grande y extenso de nuestro cuerpo. Está compuesta por más de 10 billones de células que se regeneran y cambian constantemente. Su capacidad regenerativa es tan sorprendente que cada 28 días se recambia por sí misma, eliminando las células muertas que se depositan con el tiempo en la capa más superficial de la epidermis”. The New York Times.
Buda nos enseñó: “todas las cosas condicionadas tienen la naturaleza de desvanecerse”.
Todas las cosas son condicionadas, es decir, algo que se generó dado ciertas causas y condiciones (condicionada) y, que esta a su vez será causa para la concepción de alguna otra cosa, que por tanto, también será condicionada. Todos los fenómenos se originan de manera dependiente entre sí, por relaciones de causa y efecto y serán impermanentes.
K Dondrup T 2010
jueves, 24 de octubre de 2024
SEMILLAS PARA UNA ACTITUD BUDISTA. Paz, Rótulos, Verdad, Asoka, Felicidad, Dios ...
Bajo este titulo "semillas para una actitud budista" incorporaremos algunas disposiciones en base a ejemplos y enseñanzas del propio Buda. Él nos entregó también bellas parábolas de gran lucidez, como aquella de la “semilla de mostaza”. Estas se presentarán cada cierto tiempo con el fin de ampliar nuestro aprendizaje y conocer más del propio Buda.
Buda fue un maestro especial, un hombre especial, y no un Dios, nunca se arrogó inspiración divina. Su percepción total de la verdad y sus logros espirituales los atribuye a su esfuerzo y capacidades humanas. Decía que sólo el hombre esforzándose puede convertirse en Buda siguiendo el Camino Medio, pues tiene la budeidad en sí.
Buda les dijo en una oportunidad a los monjes “que carece de sentido no dudar, no pueden aceptar algún conocimiento sin aclarar y comprenderlo”. “Las raíces del mal están constituidas por la ignorancia, y las opiniones erróneas”.
Cuando le preguntaban si el budismo era religión o filosofía, decía: “el nombre que le demos no es lo esencial”.
con otro nombre exhalaría el mismo perfume”.
Asoka, un gran rey de la India (s. II - III a. C.), que se convirtió al budismo y se encargó de difundirlo. En uno de los escritos en roca, que aún es posible de leer, indicó: “no se debe reverenciar únicamente la propia religión y condenar otras religiones, sino que, por tal o cual motivo, estas también deben ser reverenciadas. De este modo, uno contribuye al engrandecimiento de su religión, y a la vez sirve a las otras religiones”. Quienquiera que reverencie su religión y condene a otras, pensando: “así glorificare mi religión”, le infringe una injuria a su religión. Es adecuado escuchar las doctrinas profesadas por otros".
Buda promovía la paz. “Toda violencia, sea cual fuere el pretexto alegado, es absolutamente contraria a la enseñanza de Buda”. No se debe ser violento ni con el cuerpo o la mente. Uno puede mandar a matar o solo pensarlo y esto es violencia.
Hay que apreciar lo que uno tiene sino el deseo hará de las suyas en nuestra mente y, además de ser muy molesto e intranquilizador, nunca podrás estar contento con lo que tienes. Ansiarás más. Mantendrás el deseo vivo alterándote, intranquilo, desorden que trasmitirás afectando a otros incluida tu familia. Incluso podría provocarte una enfermedad. Recordemos que la felicidad es algo interno y no depende necesariamente de cuanto tienes.
Verdad: Al solicitarle un brahmán que explicase la idea de proteger la “verdad”, Buda dijo: “Siempre que sostenga la verdad, un hombre tiene fe si dice: “esta es mi fe”, pero debido a ello no puede llegar a la conclusión absoluta: “esta es la única Verdad y lo demás es falso”. Es decir, un hombre puede decir lo que quiera y decir: “creo esto”, siempre que sostenga la “Verdad”. Tampoco debe apegarse a una cosa, una opinión, y despreciar otras.
Enseñaba: “cuando nos encontramos con un hombre no lo consideramos simplemente como humano, sino le ponemos rótulos como ingles, francés, alemán, judío, y lo juzgamos conforme al prejuicio asociado al rótulo. Pero quizá esa persona esta totalmente exenta de tales atributos”.
“No se debe hablar de distintas clases de caridad; por ejemplo, caridad budista o cristiana y se desprecie las otras clases de caridad. La caridad no puede ser sectaria: no es cristiana, ni budista, ni musulmana. Tampoco el amor de una madre a su hijo tiene rótulo de budista o cristiana, sino, amor materno”.
Buda: “Al buscador de la verdad le es indiferente de donde proviene una idea”. Lo esencial es "ver", comprender el asunto”. Esto enseñaba con el fin de que sus discípulos comprendieran y se aseguraran antes de aceptarla".
También indicó: “Para entender todo, es necesario olvidarlo todo”. Esto en el sentido que como estamos condicionados, partiendo por prejuicios y enseñanzas que recibimos. Cuando participemos en una charla apliquemos el principio. Si los dejamos a un lado comprenderemos a cabalidad lo que nos explican. Muchas personas estan escuchando y comparando simultaneamente lo oido con sus propios conocimientos o intereses, así no ven, no comprenden lo indicado.
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fueron bastante llamativas para la época; tal vez aún lo sean hoy en día.
K D T - 2012
domingo, 20 de octubre de 2024
LAS CUATRO NOBLES VERDADES - PARTE 1 de 2.
martes, 15 de octubre de 2024
BUDA "EL DESPIERTO"
BUDA "EL DESPIERTO"
La gente ve a Buda como un ser distante de ellos mismos. Incluso con intenciones de perfeccionar su espiritualidad, no se toman el tiempo para aprender sobre él y sus enseñanzas, asumiendo la imposibilidad de su propia realización en ese sentido. Realmente no es así. Hay una manera de vivir mejor nuestra propia vida, beneficiando también a los demás.
Buda significa “el que está despierto”, sabiduría omnisciente libre de toda apariencia errónea; el que se ha liberado completamente de todas las perturbaciones mentales y de la ignorancia, el que ha llegado al final de sus reencarnaciones, el que es capaz de percibir los fenómenos tal como no se distinguen a través de los sentidos, sino que penetran en su propia esencia. Es un ser en claridad, con esa luz íntima que proporciona una sabiduría superior, al que las tensiones internas ya han desaparecido y está lleno de amor y compasión. Él es quien logró la armonía y la hermandad con todo; el que puede estar en el pasado y en el futuro y está siempre aquí presente, para ti y para el otro, porque todo es interdependiente.
Buda era un ser humano como todos nosotros; por eso todos los seres humanos tenemos el potencial de convertirnos en Buda, de deshacernos de las impurezas y alcanzar nuestra mente pura, como él nos lo declaró y demostró. Todos tenemos la Budeidad con nosotros.
En conclusión, el ser humano puede alcanzar un estado de claridad mental tal que le permita superar los obstáculos mentales más burdos, como el apego, el odio, la envidia, la ignorancia, los celos y la vanidad; pudiendo obtener la capacidad de actuar lleno de amor y compasión, incluyendo ciertas habilidades especiales que se logran en este nivel mental. Para ello deberá practicar las enseñanzas budistas, con las que poco a poco irá alcanzando un desarrollo espiritual, con la visión que le otorga este nuevo conocimiento y sentimiento, que le hará más feliz de forma duradera, desarrollará su lucidez y por tanto actuará mejor como persona.
¡Seamos más felices, mas sabios, tengamos acceso a la realidad de las cosas tal cual ellas son, desprendámonos de las oscuraciones, alejemos el sufrimiento y logremos una mente lúcida que nos ampliará las capacidades y nos hará actuar con la verdad de la existencia!
Durante su vida como maestro, Buda dió ejemplo a sus seguidores, comportándose como un monje más, cumpliendo todos los preceptos budistas y mendigando su propia comida. Nunca dejó de dar sus enseñanzas para solucionar los problemas del sufrimiento de las personas, para que pudieran alcanzar la verdadera felicidad. Siempre abrazo a todos, sin prejuicios.
A Buda se le conoce como Buda Shakyamuni (Shakya es el nombre del grupo étnico en el que nació y muni significa "ser un adepto").
El próximo Buda será conocido como Maitreya (“Bondad Amorosa Universal”).
La naturaleza de Buda es original de cada ser humano.
Buda no es un ser divino ni sobrenatural, sino una persona normal que despertó a la plena capacidad de su Ser.
Conocer a Buda a través de sus enseñanzas es lo ideal, sin embargo, es bueno anticipar aires de su mente. Buda entregó 84.000 enseñanzas y sus realizaciones. En nuestro linaje tibetano esto se traduce en cientos de manuales.
Frases de Buda.
A. "El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional".
Al dolor remedios, al sufrimiento las enseñanzas de Buda.
B. "No hay camino hacia la felicidad. La felicidad es el camino".
Las prácticas del camino van descubriendo la mente de las oscuraciones, lo que permite se asiente la felicidad con cada paso que damos.
C. "No insistas en el pasado, no sueñes en el futuro, concentra tu mente en el momento presente.
Tienes que aprender a estar en el presente, aquí ocurre tu vida. Las personas pasan mucho tiempo en el pasado tratando de revivir algunos buenos recuerdos, no logran revivirlos y se pierden el movimiento presente.
D. "Tu salvación está en el aquí y el ahora".
Aquí y ahora tienes la posibilidad de seguir un camino espiritual. El pasado ya lo fué y el futuro una duda. Tu vida es ahora y sólo en este momento podrás influir tu mente.
E. "La mente es todo. te convierte en lo que crees".
Somos fruto de nuestro mundo interior, de nuestras creencias, como de nuestros pensamientos e ideas; asi, la mente es todo. Lo inteligente sería utilizar de forma consciente el poder de la mente para convertirse en aquello que quieres ser.
F. "Vivimos felices si no odiamos a aquellos que nos odian, habitemos libres de rencor".
El amor es el antídoto para el odio. Deja que el odio siga de largo, no le des ni siquiera una mirada, solo trae infelicidad y sufrimiento; te hace actuar erróneamente. No te alejes del camino espiritual dando cabida al odio.
G. "Ni tu peor enemigo puede hacerte tanto daño como tus propios pensamientos".
Los pensamientos pueden ser negativos y por supuesto te provocaran daño, te alejan de la bondad. Pensamientos e ideas negativas son tu peor enemigo. No los requieres para vivir.
H. "Nuestra felicidad radica en la calidad de nuestra vida interior".
Son nuestros pensamientos quienes crean nuestra realidad. Cuida la calidad de tus pensamientos e ideas y estarás cuidando de tu vida y la de tu familia.
I. "La muerte no se teme, si se ha vivido sabiamente".
La muerte es parte del ciclo de la vida. Buda explica claramente en que consiste y enseña porque no tiene sentido temer. Al tener claro estas ideas podrás vivir mas sabiamente.
J. "Nuestra felicidad radica en la calidad de nuestra vida interior".
Son nuestros pensamientos quienes crean nuestra realidad. Cuida la calidad de tus pensamientos y estarás cuidando de tu vida; actúa con un pensamiento puro, la felicidad lo sigue como una sombra que nunca lo abandona. Recuerda, la felicidad es algo mental y lo externo no tiene la potestad de darla.
K. "No vivas en el pasado, no imagines el futuro, concentra la mente en el momento presente".
Toda acción bien intencionada (de mente, palabra u obra) te entrega sólo beneficios, en el momento que la realices y a posterior. Esta acción sólo puedes realizarla en el presente.
L. "No sobreestimes lo que has recibido, ni envidies a otros, el que envidia no tiene paz".
Buda decía que un ser sabio logra estar contento con lo que tiene ; hay que tener claro lo necesario que uno necesita para vivir; la envidia llama al sufrimiento, a la estupidez y conlleva sufrimiento.
M. "Guardar rencor es como sujetar un carbón caliente con la intención de lanzárselo a alguien más; es uno el que se quema".
¡Que más claro!.
N. "Es la mente de un hombre, no sus amigos o enemigos, la que lo lleva por los caminos del mal".
Uno es el culpable de sus elecciones y acciones, no los demás. Aléjate de personas con malas costumbres.
O. "Así como una vela no brilla sin fuego, el hombre no puede existir sin una vida espiritual".
Estamos aquí para ser felices y desarrollar nuestra espiritualidad.
P. "Solo hay dos errores que se cometen en el camino a la verdad: No empezar, y no llegar hasta el final".
Hazte el único regalo que tiene la posibilidad de llevarte a encontrar la verdad, el camino espiritual budista.
Q. "Hay tres cosas que no se pueden ocultar por mucho tiempo: el sol, la luna y la verdad".
La verdad esta en nuestra mente obstruida por oscuraciones que debemos eliminar.
R. "Para tener buena salud, encontrar la felicidad verdadera en la familia y traer paz a todos, el hombre debe primero controlar su propia mente".
Si lo logra, habrá llegado a la iluminación, destapándo sabiduría y virtud.
¿y què te parecen estas adicionales?:
1.- "Mas vale usar pantuflas que alfombrar el mundo".
En nuestro dia a dia encontraremos senderos incómodos y agrestes, no todo es cómodo o como uno quisiera, por ello debemos salir preparados, con recursos propios para sortear esas dificultades.
2.- "No es mas rico quien más tiene, sino quién menos necesita".
Hay que ser responsable con lo que se tiene y con lo que se aspira; es bello y tranquilizador estar contento con lo que uno tiene. Aprendamos a vivir con lo que tenemos, esos bienes materiales nos llevaran a preocupaciones que generan solo estrés. Sintámonos a gusto con nosotros mismos, con lo que tenemos, no hay que demostrar nada a nadie.
3.- "Para entender todo, es necesario olvidarlo todo".
Nuestros condicionamientos y normas sociales adquiridas, complican para entender realmente lo que explica un maestro. Debemos dejarlas de lado, sino, lo que explica lo estaremos comparando mentalmente con lo que sabemos y perdemos el momento para escuchar y aprender. Si es afín lo aceptamos, sino, lo tachamos. Entonces, debes aprender con una mente limpia y sana, que es lo que se requiere para internar un nuevo conocimiento.
Notas:
-Buda, Buda Shakyamuni, también es conocido como Tathagata.
-La imagen de Buda ha inspirado a muchos artistas de diferentes expresiones artísticas orientales y occidentales.
-Repasa lo que es iluminación, es bello entenderlo.
K Dondrup T
lunes, 14 de octubre de 2024
LA ILUMINACIÓN, EL DESPERTAR DEL SER HUMANO.
La Iluminación del ser humano es el objetivo principal del budismo.
El budismo nos invita a desarrollarnos como personas vía el Camino medio y la meditación, para purificar y ampliar nuestra conciencia, superando el sufrimiento y llegando a ser verdaderamente felices, a contar con un amor y compasión espontáneos.
Para un iluminado, un Buda, no existe por tanto en su mente, la intelectualización, la parcialidad, la dualidad, los venenos mentales, el yo, los prejuicios, las confusiones, los engaños y todo tipo de condicionamiento mental que actualmente poseemos. Los ha superado. Es otro ser mental. Asimiló un nuevo entender y percibir de la realidad. En definitiva, incorpora un nuevo conocimiento, la verdadera forma de apreciar la verdad o realidad.
Como ha logrado la Iluminación obtiene un estado de conciencia clara, pura, que va más allá de la razón y los sentidos, percibiendo en este contexto, los fenómenos tal como realmente son, penetradas en su esencia, distinguiendo de forma natural la realidad última de los mismos, la vacuidad (los fenomenos estan vacios de existencia inherente).
Le es posible el conocimiento absoluto o sabiduría perfecta que advierte y comprende todos los fenómenos del universo, pudiendo realizarlo en forma simultánea, entendiéndolos en su unidad y advirtiendo las diferencias particulares de los mismos.
Como habíamos comentado, hay dos verdades: la convencional que es la que conocemos y somos capaces de apreciar y, la que se adquiere dado un nuevo entendimiento, conocida como la verdad última de los fenómenos, es decir, el percibir la verdadera naturaleza de los fenómenos, que es lo que consigue un iluminado.
Para llegar a iluminarse no hace falta viajar a ninguna parte; todo lo necesario está latente dentro de cada uno, pues tenemos la naturaleza de Buda. Solo hay que saber practicar adecuadamente para que en un despejar progresivo de la mente, se revele dicha lucidez.
El Dharma o BudaDharma, las enseñanzas de Buda, son entonces el camino que nos guían a convertirnos en Buda, a iluminarnos. A medida que aplicamos las enseñanzas prontamente notamos que las perturbaciones mentales son cada vez menos intensas, cambio que uno realmente advierte. Se da cuenta de este avance, que comprueba con el beneficioso actuar que desarrolla. Así, pronto el ego y los sentimientos negativos disminuyen, como los positivos, incluidos la paciencia, el amor y la generosidad se acrecientan, beneficiando definitivamente nuestro ser. Ya se ha dado un avance inimaginable para uno. Así, las láminas de la ignorancia se desprenden de a poco, y la sabiduría interna comienza a surgir. Finalmente, se origina el "despertar" esperado, causado por el esfuerzo personal, llegando al conocimiento contundente de la “realidad última”, la verdad última.
La naturaleza de Buda está en la esencia del ser humano, por
ello tenemos la posibilidad del despertar, con dicho potencial lo podemos alcanzar.
K Dondrup T
sábado, 12 de octubre de 2024
CAMINO DE ILUMINACIÓN DE SIDHARTA
El Asceta.
En esa época y hasta nuestros días, en India es bastante común ver este tipo de personas, los ascetas. El ascetismo es una práctica de perfeccionamiento espiritual que Involucra un estilo de vida basado en el esfuerzo y la disciplina, alejado de las personas, observando hábitos muy austeros y sacrificados, como el vivir en condiciones básicas de alimentación, períodos de silencio y ayunos, castigos auto-impuestos e incluso el celibato. Lo habitual era que contaran con algo para cortarse el pelo, un cuenco para mendigar el alimento diario, y una túnica para vestir. Normalmente habitaban distante de la ciudad, en una ermita, en los bosques o donde se pudiera cobijar alejado de la población. Para el perfeccionamiento espiritual practicaban distintos métodos y disciplinas, obteniendo, por supuesto, resultados muy diversos, donde la meditación era el recurso base.
Maestros de Sidharta.
En estos tiempos era normal escoger a un maestro como guía espiritual, participando de sus prácticas y enseñanzas como también del grupo de seguidores. Usualmente lo seleccionaban por la reputación que obtenían respecto de los resultados o logros.
Sidharta y sus nuevos seguidores, llegaron hasta Alara Kalama, uno de los más célebres maestros la parte norte de la India. Su sistema, a través de diferentes estadios de la meditación permitía alcanzar un nivel descrito por algunos autores como la “inexistencia sustancial de las cosas”. Sidharta logró en el tiempo grandes avances en este método, por lo que Alara advirtiendo que podría irse, le manifestó un día que ya no tenía más que enseñarle, y le ofreció que se quedara para ser un maestro en su grupo. Sidharta agradeció la propuesta y se despidió con amabilidad, pues el ansiado objetivo de la Iluminación aún no lo alcanzaba.
Gautama y sus amigos partieron nuevamente a buscar otro maestro, quien con un nuevo método y sabiduría les permitiera descubrir cómo escapar del sufrimiento que es lo que les preocupaba.
Al tiempo de caminar se encontraron con el maestro Udraka Ramaputra (pali: Uddaka Ramaputta), que encabezaba una escuela de más de setecientos seguidores que vivían en los bosques, dedicados a una avanzada forma de concentración mental. La doctrina de este maestro era más elaborada que la de Alara, pues, había dominado un nivel más de la misma. Nuevamente, pasado un tiempo Sjdharta renuncia al culminar las enseñanzas, porque concluye, que aunque su percepción es más profunda, no le es posible alcanzar la liberación y sigue atrapado en “el mundo de los sentidos”.
Recorriendo llegaron a un bello lugar. Era el mediodía. Se instalaron en un sector arbolado que los cubriría de las inclemencias del tiempo, cerca de un río y un poblado que les permitiría mendigar sus alimentos. Era el lugar perfecto para insistir en su objetivo.
Se dispusieron a practicar la mortificación del cuerpo como disciplina espiritual, ya que las anteriores no le permitieron alcanzar la Iluminación (1). Esta práctica era bastante utilizada en la época por maestros y grupos espirituales. Era tan violenta que consideraba efectuar la meditación sin respirar, lo que les producía fuertes dolores. Además consideraba comer solo algunas cosas muy básicas y trasladarse lo menos posible. Pronto dejaron de mendigar y comenzaron a alimentarse de algunas frutas, raíces y hojas de plantas comestibles. Utilizaron este método por un tiempo en que dado que las respuestas a sus preguntas no llegaban, comenzaron a ser más extremos, llegando a rehusar el agua y la comida.
Tras semanas su cuerpo desmejoró. Con esa evidente falta de alimentación, Sidharta se desmayó ante tanto esfuerzo. Ya más recuperado con comidas que unas jóvenes solidarias del pueblo le llevaban y convencido de que estas prácticas extremas no aportaban el progreso espiritual que buscaba, dedujo que sería conveniente encontrar una vía intermedia (“Camino medio”), apartada de los bordes de la privación y de los de la vida de lujos.
Convencido de estos argumentos, se acercó a sus amigos, que estaban practicando con él y les planteó su determinación de cambiar el tipo de disciplina. Por supuesto que se molestaron ante la decisión de Sidharta, de dejar el método convenido, y enfadados resolvieron apartarse de él y seguir en sus propios intentos.
A estas alturas, Sidharta ya era bastante conocido entre los ascetas e individuos de la región, por sus especiales capacidades manifestadas, que incluían haber igualado con cierta facilidad los métodos de sus anteriores maestros.
Iluminación de Sidharta.
Se sentó a meditar con el propósito de no levantarse de allí hasta que se iluminara, aunque le costara la vida. Entró en profunda concentración para lograr un estado de conciencia pura.
Durante su meditación, el Mara Devaputra, jefe de los demonios (Mara: demonios, lo maligno, quien obstaculiza el logro de la Iluminación) trató de interrumpir su concentración para evitar el gran acontecimiento. Primero trató de asustarlo y desconcentrarlo mostrando terribles espíritus demoniacos que le disparaban lanzas y flechas, bolas de fuego, incluso le lanzaban piedras y grandes rocas. Nada de lo anterior pudo lograr su objetivo, Sidharta no se desconcentró. Ante ello, Mara insistió provocándole con bellas doncellas que le danzaron a su alrededor, sin siquiera llegar a distraerlo. Sidharta permaneció inalterable a todas las provocaciones y tentaciones recibidas, venciendo así los demonios de este mundo. Este episodio generó que posteriormente le reconocieran por el Buda Victorioso.
Se estima que pasó algunos días en trance, alcanzando finalmente lo que describen algunos autores como “la última mente de un ser sin limitaciones”, “el encuentro con la naturaleza más profunda de uno mismo”, sin embargo, lo más acertado podría ser el conocimiento absoluto y el amor y compasión infinitos, es decir, la Iluminación.
Para su objetivo tuvo que pasar por los distintos niveles de la meditación, consiguiendo una intensa concentración y una claridad mental tal, que se libró de las pasiones más allá de toda sensación, consiguiendo en una paz suprema el logro de la libertad de las causas samsáricas (samsara: ciclo ininterrumpido de nacimientos y muertes), consiguiendo así el conocimiento absoluto.
En un primer estado de gran concentración, comprende que la condición de enfermedad, vejez y muerte es el nacimiento y que las insatisfacciones personales tienen como condición el apego. Advierte en consecuencia, que los perturbadores mentales nos generan sufrimiento e influyen en la felicidad temporal, y que uno es quien da sentido a un yo conceptual, el que nos condiciona en como apreciar la vida.
Luego, libre de toda obstrucción mental y con un entendimiento de la naturaleza de la mente, pudo experimentar la visión de conocer las características de sus incontables vidas y renacimientos en detalle, y apreciar también las de los demás seres. Advirtió que nacemos y morimos de acuerdo al karma de cada uno. Observó así el sufrimiento, las causas que le generan, la posibilidad de eliminación y también el camino para la liberación del mismo.
Luego, en un día de mayo (occidental), emerge de su meditación convertido en “un ser despierto”, un iluminado, en Buda.
Sidharta en esos entonces tenía treinta y cinco años de edad, seis más desde que dejó su familia en busca de su ideal.
El camino de la experiencia hacia la liberación la denominó "Camino medio”, indicando con ello un rechazo a los extremos que había experimentado en su búsqueda espiritual, siendo uno de ellos el de los placeres mundanos y el otro el de la mortificación, ambos innecesarios e inconducentes al logro de la meta de Iluminación.
Enseñó, por tanto, que el logro de la liberación del samsara, se encuentra evitando los extremos que presenta la vida y aplicando las pautas contenidas en el concepto de Camino medio.
Para el budista esto está muy claro, él sabe que posee cualidades naturales para ello y que al adoptar ese camino se favorece como persona, se beneficia a sí mismo y a los demás con su generosidad y el despliegue natural de las virtudes que desarrolle, llegando en el tiempo, a superar el sufrimiento, eliminar su ignorancia y obtener la sabiduría que da el conocimiento superior.
miércoles, 9 de octubre de 2024
DHARMA Y LA RUEDA DEL DHARMA
INTRODUCCIÓN:
Cada vez más hombres y mujeres se preocupan de los valores humanos y espirituales. Comprenden que cada día le son más vitales para vivir en armonía y advierten, que se está perjudicando nuestra sociedad ante la falta de éstos. Sabiamente, anhelan redescubrir y refrescarlos para que no sigamos deslizándonos hacía un abismo, conscientes de que la vida es mucho más que cosas materiales.
De hecho, actualmente el egoísmo, la vanidad y la pobreza de amor ya son parte del diario vivir. Prevalece tanto el interés por la fama y la influencia de poder, que los individuos se están enfermando subrepticiamente, en forma nunca antes apreciada.
Se están generando personas más engreídas, codiciosas y estresadas, incapaces de considerar que pueden vivir con regocijo y equilibradamente, sin ser tan vanidosos y ambiciosos. En realidad, son muchas las personas que se sienten frustradas con el actual modo de vivir y de los efectos íntimos que ello conlleva.
¿Por qué acercarnos al budismo?
Porque nos invita a reconsiderar la forma de vida que mantenemos, inspirándonos a realizarla de forma más consciente, más feliz, ecuánime, generosa y libre.
El budismo nos ayuda a madurar, a crecer espiritualmente y a ser un humano más perfecto. Nuestra salud mental mejora notablemente como el contento y el equilibrio emocional. Porque, finalmente, nos permite expandir nuestra capacidad de individuo, al desarrollar nuestra conciencia, sacudiéndonos de nuestras toxinas mentales, tales como el apego, odio, vanidad, codicia, celos e ignorancia espiritual, resultando en un apreciar y actuar en la vida con mayor lucidez.
Las personas aún declarándose inteligentes, no desarrollan un modelo interior, que lo perfeccione y beneficie a él y los demás, al obtener la sabiduria que da el conocimiento superior.
en un sentido profundo del ser, para progresar y
ser mejores personas.
COSTUMBRE BUDISTA, EL DHARMA, LA RUEDA DEL DHARMA.
Costumbre budista.
En la época de Buda y anteriores, los conocimientos del maestro al alumno eran transmitidos en forma verbal. Las materias de enseñanza se organizaban bajo ciertos criterios normalmente temáticos, y se subdividía modularmente con títulos de identificación, con el fin que el discípulo pudiera captar, memorizar y recordar con facilidad.
Como parte de la enseñanza, los educandos debían recitar lo aprendido, normalmente al inicio de la siguiente instrucción, método que perdura hasta hoy día.
Muchos tenían una gran memoria, llegando a no omitir nada de lo voluminosamente enseñado (este fue el caso de Ananda, el asistente de Buda). De esta forma, se aseguraba la correcta transmisión de las enseñanzas.
Solo después de muchos años de la muerte de Buda, sus enseñanzas fueron escritas por los monjes budistas.
EL Dharma.
Cuando se menciona el término Dharma, se está aludiendo principalmente al conjunto de las enseñanzas de Buda.
Tras alcanzar la iluminación, formuló su creencia sobre la naturaleza de la vida en sus Cuatro Nobles Verdades. Al ponerlas en práctica, logramos realizaciones en nuestra mente que permiten mejorar nuestra calidad de vida, alejándonos del ego y cultivando paz y felicidad interior; despejando el camino para llegar a adquirir una sabiduría superior. En la medida que se avanza en las enseñanzas del Dharma, se va comprendiendo el beneficio del menor apego, odio, avaricia, vanidad y de otras emociones negativas que tanto sufrimiento causan al ser, por tanto, este darnos cuenta nos estimula a anhelar apartarnos de ellas, convencidos del beneficio que conlleva.
El maestro tiene aquí, la importante tarea de enfocarnos para llegar a la comprensión cabal de la materia.
Como la práctica del Dharma tiene lugar en la mente, en especifico la meditación, permite perfeccionarla influenciándola de pensamientos virtuosos, cuyo “valor virtuoso” se llegará a ejercitar natural y constantemente. Por ejemplo, si usamos el mantra de Avalokiteshvara para meditar, desarrollaremos en nosotros la virtud de la compasión.
Este entrenamiento “basado en una conducta ética de vida y de meditación”, lleva a que la perseverancia invariablemente dé el fruto que se aspira de la vida espiritual budista. Este logro se traduce en protegernos del sufrir y de experimentar problemas, adquirir una mente en armonía y pura, sin perturbadores mentales presentes, tal cual un cielo sin nubes, pues cuando se presentan dificultan advertirlo tal cual en realidad es, y finalmente, nos permite un entendimiento sabio de la “realidad”, es decir, conocerla tal cual es, que es lo que nos concede la Iluminación o “despertar personal”.
Buda dijo: “voy a mostrar el camino que lleva hacia la naturaleza búdica, el camino de la verdad última”, entiéndase el camino hacia nuestra propia naturaleza, el despertar de nuestra propia budeidad.
con sus respectivas realizaciones.
La Rueda del Dharma.
Las primeras enseñanzas Buda las realiza cuarenta y nueve días después de alcanzar la Iluminación, en Sarnath, cerca de Benarés, donde estaban residiendo sus cinco antiguos compañeros de peregrinaje. Esta acción es considerada como la realización del “primer giro de la rueda del Dharma”, es decir, el inicio de las enseñanzas.
Son estas primeras enseñanzas, las que incluyen el Sutra de “Las Cuatro Nobles Verdades”, el fundamento del budismo.
Algún tiempo después Buda gira por segunda vez la rueda del Dharma enseñando el sutra de “La Perfección de la Sabiduría”. Aquí manifiesta su visión acerca de la naturaleza última de los fenómenos, la vacuidad, es decir, la visión correcta de los fenómenos (sin existencia inherente).
Al hacerlo por tercera vez, enseña el Sutra que “Discierne la Intención”. Estas últimas enseñanzas son primordiales en el budismo Mahayana. Incorpora aquí la enseñanza respecto la budeidad o "naturaleza búdica".
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