DUALIDAD Y NO DUALIDAD.
Introducción.
Todas las tradiciones tibetanas forman parte de la misma escuela filosófica, entre cuyas bases más importantes se encuentran las obras de Nagarjuna. Este creador de la escuela Madhyamaka ("Camino Medio"), cuya filosofía de acuerdo a los tibetanos es la más sublime del universo, propone que existen dos realidades o verdades. Por una parte está la perspectiva de la verdad convencional o relativa, que acepta las convenciones humanas y la funcionalidad de los fenómenos. Por otra parte y simultáneamente, está la perspectiva de la realidad última, donde todo fenómeno tanto subjetivo como objetivo, carece de existencia inherente y es interdependiente.
Nosotros en esta perspectiva convencional que vivimos, distinguimos sujeto y objeto, es decir, observador y observado. ¿será lo mismo en la perspectiva última?
no-dualidad / dualidad.
El budismo Mahayana nos enseña a desarrollar y practicar el amor generoso, la sabiduría, la meditación y la ética. El fin de esto es acercarnos a la experiencia no-dual, ya que la práctica logra momentos de una conciencia muy clara y profunda y, en la que el sujeto y el objeto se funden en una experiencia no-dual.
Las cuatro tradiciones tibetanas tienen una visión filosófica similar donde exponen la misma realidad última. Esta situación, según la tradición que la enseña y practica, tiene tres nombres:
Mahamudra, "El Gran Sello", en las tradiciones Kagyu y Gelug;
Dzogchen, "La Gran Perfección", en la tradición Nyingma;
Khorde Yerme, "La No-Diferenciación de Samsara y Nirvana", en la tradición Sakya.
Nagarjuna dice: “el mal solo existe en relación al bien y es con respecto de lo malo, donde nos formamos la idea de lo bueno. Por tanto, la noción del bien resulta inseparable de la noción del mal y, así, la noción de mal depende también de la noción de bien”. Entonces al tratar de llevar una vida pura, aumenta la preocupación de la impureza ya que para albergar pensamientos y acciones puros, sera necesario eludir los impuros, lo cual nos obliga a determinar a cual categoría pertenecen nuestros pensamientos y acciones”. Y así, sucede con otras relaciones de contrarios, ya que vivimos en la dualidad de amor - odio. alto - bajo, bello - feo, y tantos más, que nos provocan situaciones no menos complejas.
Advaita (Sánscrito) es no dualidad, es decir lo contrario a dualismo o dualidad. El dualismo es la creencia de que la realidad esta compuesta de dos partes o dos tipos de existencia. Esto es lo que incide y permite nos formemos por ejemplo la dualidad de mente – materia, inducido por nuestra mente dual. En el budismo la dualidad es una ilusión que, como decíamos, surge de nuestra mente, que nos lleva a percibir las cosas como si existieran en forma separada e independiente. Esta situación nos hace ver que hay un yo separado y que existe además la separación entre sujeto y objeto.
Debemos decir que la realidad última es no-dual, esto significa que la distinción entre sujeto y objeto realmente no existe. Esto se ve caracterizado, entonces, por la ausencia dual del perceptor y lo perceptible.
Cuando se logra la iluminación, es decir, la liberación del sufrimiento, surge la naturaleza no-dual del sí mismo, donde lo no dual es completamente percibido. Este concepto no es fácil de absorber, dado su complejidad y profundidad. Para facilitar la comprensión y análisis aprovecharemos tres significados involucrados, para la observación no dual (fuente: no dualidad.info (Loy)). Examine los siguientes tres significados:
1.- Negación del pensamiento dualista.
2.- No pluralidad del mundo.
3.- Ausencia de toda diferencia entre sujeto y objeto.
Padmasambhava hace mención “en el Yoga del Conocimiento de la Mente: hasta que no se trascienda la dualidad y se realice el estado de un solo sabor es imposible alcanzar la iluminación”.
El budismo tibetano alude claramente a esta no dualidad de objeto y sujeto para la existencia última y, como principio por ejemplo, en los tantras budistas. Podemos terminar diciendo que el concepto budista de no dualidad confirma:
• La idea de que todos los fenómenos son vacíos, es decir no tienen existencia inherente.
• Que por ser vacíos los fenómenos son impermanentes e interdependientes.
• Que hay ausencia del yo y del concepto sujeto – objeto. Sujeto y objeto estarían conectados de alguna forma.
• Que se basa en la experiencia directa, mas que sólo en una especulación intelectual.
• Que la realidad (final) es una unidad, no dos realidades.
Solo una meditación profunda nos ayudará a descubrir
el sentido del concepto y a experimentar la no dualidad.
Hay varias técnicas de meditación para alcanzar una conciencia plena y experimentar la no dualidad. Estas podrá encontrarlas en las entradas de “meditación” de este blog; están más adelante con tipos y formas de meditación.
K. Dondrup T.
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