LOS CUATRO SELLOS DEL BUDISMO.
PRINCIPIOS BASICOS DEL BUDISMO.
1. TODAS LAS COSAS COMPUESTAS SON IMPERMANENTES - TRANSITORIAS.
2. TODAS LAS COSAS CONTAMINADAS SON SUFRIMIENTO.
3. TODOS LOS FENÓMENOS CARECEN DE EXISTENCIA PROPIA.
4. EL NIRVANA ES LA PAZ (definitiva y verdadera).
Les recuerdo que los tres sellos los vimos en Las Cuatro Nobles Verdades, en específico la Primera Noble Verdad. Ahora las repasaremos, actualizaremos y veremos el cuarto sello.
1.- TODAS LAS COSAS COMPUESTAS SON IMPERMANENTES - TRANSITORIAS;
Todo lo que ha llegado a ser a través de “causas y condiciones” es impermanente (sea un objeto material o un proceso mental), no solo en el sentido de que algún día tendrá fin, sino porque además se está transformándo de manera continua. Todo esta siempre cambiando. El nacimiento se acaba con la muerte, lo bueno con lo malo, la amistad con la desunión, la creación con la destrucción, etc. Nuestro cuerpo y nuestra apariencia también están cambiando constantemente, desde que nacemos hasta nuestra muerte. Todo en nuestra vida está cambiando continuamente. Algunas células de la piel las cambiamos cada tres a cuatro días, otras en más días dependiendo del órgano, pero todas las vamos cambiando. Incluso hay cambio de las estaciones climáticas.
Estos cambios no ocurren ocasionalmente. A cada instante ocurren cambios sutiles, lo que significa que en cada momento, incluso durante los instantes más efímeros, todo sigue cambiando, lo que dará lugar a los cambios visibles.
Todas las cosas compuestas son transitorias lo que significa que cualquier cosa que ha surgido debido a causas y condiciones es transitoria.
Nadie puede tener algo para siempre.
Cuando alguien trata de quitarnos un objeto al que estamos muy apegados, nos enfadamos. O cuando la pareja desea dejarnos nos enfadamos. Eso se debe a que el apego y el enfado están vinculados muy estrechamente. Por ello producen sufrimiento, infelicidad e insatisfacción.
Con menos apego, nos enfadamos menos y como consecuencia directa de eso la intensidad de nuestros problemas, el sufrimiento mental se ve reducido.
Tener conocimiento de la “transitoriedad” también nos ayuda a darnos cuenta de la naturaleza última de todos los fenómenos, que es la vacuidad (tema que ya vimos en entrada: realidades o verdades y vacuidad). Todos los fenómenos incluidos los sucesos carecen de existencia intrínseca, dado que todo es transitorio y todo aparece debido a causas y condiciones. El que algo dependa de causas y condiciones prueba que no puede existir inherentemente. Por lo tanto, para que algo exista inherentemente (vida per se) no debe depender de causas ni condiciones, pero ya vimos que todo depende de ello.
Tres puntos a considerar:
1. Tener noción de la transitoriedad reduce el sufrimiento mental.
2. El sufrimiento o infelicidad que experimentamos es debido a nuestro apego.
3. El propósito de nuestra vida y lo que le da sentido es lograr ser felices y ayudar a los demás.
Si se tiene noción de la transitoriedad sabremos que vamos a tener que abandonar esas cosas en algún momento, sencillamente porque la naturaleza de todas las cosas compuestas es transitoria.
¿Qué es transitoriedad?
Podemos relacionarlo bajo dos interpretaciones:
1.- la producción, permanencia, envejecimiento y desintegración ocurren sucesivamente.
2.- la producción, permanencia, envejecimiento y desintegración ocurre simultáneamente.
Bajo el concepto 1: que es el que se acepta comúnmente, cualquier objeto tiene una causa y por lo tanto es producido. Dicho objeto permanece un tiempo y luego deja de existir; así, las cosas surgen, permanecen un tiempo (breve o largo) y se desintegran.
Bajo el punto 2: implica que los procesos que sufren las cosas transitorias ocurren simultáneamente. Si el punto primero donde las cosas transitorias surgen, permanecen y se desintegran, lo llevamos a una visión más sutil, nos daremos cuenta que tal secuencia no es exactamente así. El punto 1 parece correcto, pero sugiere que durante el tiempo de permanencia de la cosa, esta tiene una estabilidad, que realmente no tiene. No hay un solo momento en la existencia de un objeto que no esté sujeto al proceso de cambio. Desde que comienza a existir algo comienza el proceso de dejar de existir. Así, la aparición de una cosa y su desintegración se producen simultáneamente, siempre ello está en ese proceso, nunca permanece estático.
Se afirma: las mismas causas y condiciones que hacen que surja un objeto son la que producen su desintegración. Siempre están ocurriendo ambas cosas”.
2.- LAS COSAS CONTAMINADAS SON SUFRIMIENTO, TODO LO ENGAÑOSO ES SUFRIMIENTO,
“Contaminada” significa que cualquier cosa relacionada con las emociones o pensamientos impuros o negativos es sufrimiento.
Todo lo que está contaminado lleva al sufrimiento. Los comportamientos egoístas traen consigo el sufrimiento debido a la limitación de la felicidad, trae oscuridad desde la ignorancia. Pero ni siquiera las acciones excelentes son aptas para el logro de la felicidad total, porque el ego, que es la auténtica semilla del sufrimiento, permanece en ellas (el ego y egoísmo corrompen ).
Todas las emociones negativas implican sufrimiento; todas implican buen y mal karma.
De la ignorancia, el deseo y el odio (enfado) surgen los celos, el orgullo y todas las demás emociones negativas. Una vez que estamos bajo el dominio de estas emociones negativas, éstas nos hacen actuar física, verbal o mentalmente. Estas acciones a las que dan lugar las emociones destructivas o negativas se denominan “no virtuosas”. Recuerde de revisar entrada de las 10 acciones no virtuosas.
Todas las acciones producidas por las emociones dañinas, son negativas y se convierten en la causa de el sufrimiento en esta vida, y por cierto en las futuras. La causa principal de nuestros problemas son nuestras propias acciones negativas o con intención negativa. Una vez que las hemos realizado producen karma que a su debido tiempo maduraran y producirán resultados negativos o positivos, según la intención de la acción. Esa es la razón por lo que se dice que “todas las cosas contaminadas son sufrimiento”.
Somos responsables de nuestra infelicidad; las ha generado nuestras propias acciones negativas, que son producto de nuestras emociones negativas.
Debido a las tendencias habituales y fuertes que venimos arrastrando, nos aferramos a nuestro “yo”, sin ni siquiera analizarlo, y vemos al cuerpo y a la mente en conjunto, como si fuera nuestro «yo». Mientras sigamos aferrándonos al yo naturalmente seguirá habiendo “otros”. Así, hay un yo y por tanto hay otros. Al haber un yo y otros se produce apego natural hacia mí, lo mío y aversión hacia todo lo que se opone a eso. Tanto el apego o deseo como la aversión o ira surgen de la ignorancia, de no conocer la realidad.
Por otro lado, la verdadera naturaleza de nuestra mente es la “clara luz”, clara de sabiduría, lo que pasa es que esta obstruida constantemente. Es como un cielo lleno de nubes que no deja ver las estrellas. Y en el nivel último de “clara luz” no hay ninguna diferencia entre la verdadera naturaleza de nuestra mente y la naturaleza de la sabiduría primordial de Buda. Sin embargo, no reconocemos la verdadera naturaleza de la mente y en vez de eso nos aferramos a la idea de un “yo” debido a nuestra falta de sabiduría, a nuestro desconocimiento de la naturaleza de la realidad. Nos aferramos al “yo” debido a nuestra ignorancia primordial. Esa ignorancia da lugar al apego por lo nuestro y a la aversión hacia los demás.
3.- TODOS LOS FENÓMENOS CARECEN DE EXISTENCIA PROPIA.
Todos los fenómenos son vacíos o desprovistos de un “yo”. Las cosas carecen de existencia inherente, vida per se, carecen de entidad propia (independiente).
Como vemos los fenómenos como algo concreto a nivel convencional, y no nos equivocamos, en dicha realidad es así, ello señala nuestra incapacidad para ver su interconexión o interdependencia siendo ello la causa de nuestros problemas.
La verdad absoluta o última no reconoce la existencia del “yo”, pero la verdad relativa o convencional sí: en este caso el “yo” existe como fenómeno dependiente en el mundo convencional. Cuando “yo” acumulo buen karma, el buen resultado repercute sobre mí y no sobre otra persona. En el nivel relativo no hay nada que no sea dependiente de si, y por ello surgen los yoes. En el nivel último, precisamente a causa de que todo es interdependiente, nada tiene existencia propia. Y por ello se afirma que nada es permanente y afecta al otro.
Si analizamos cuidadosamente, no podemos encontrar nada a lo que pueda llamarse “yo”. El yo no es sustancial ni singular en el sentido que lo podamos señalar. Si hubiese un yo tendría que ser un nombre o el cuerpo o la mente. Los nombres están vacíos en y por sí mismos. Si examinamos el cuerpo físico, desde la cabeza hasta los pies, considerando todas las diferentes partes como la sangre, la carne, los huesos y demás, no podemos encontrar nada de lo que podamos decir esto es el yo. Y si lo vemos respecto a la mente, ésta es de hecho invisible, ni siquiera fotografiable. La mente del pasado ya ha desaparecido, la del futuro todavía no ha llegado y la mente del instante presente está cambiando en cada momento. Algo que está cambiando constantemente no podría ser el yo.
Cuando decimos mi casa, mi coche, indicamos que la casa y el coche no son yo, sino que me pertenecen a “mi”. Así, cuando decimos “mi cuerpo”, significa que este cuerpo me pertenece a “mí” y no que el cuerpo sea “yo”. Igualmente cuando decimos mi mente, estamos diciendo que la mente me pertenece a mí, no decimos que la mente sea yo.
Todo se debe a la tendencia habitual que todos y cada uno de nosotros tenemos, de tener la sensación de que tenemos entidad propia. Pensamos continuamente en términos de “yo” y consideramos ese “yo” como algo muy preciado.
Hay un ejemplo muy usado para explicar la situación usando o una bicicleta o una mesa. Cuando se trata de la mesa, podemos decir que consiste en diferentes piezas o partes de madera unidas de un modo específico. Si seguimos separando los diferentes trozos de madera, vamos dejando a un lado cada pieza, llegamos finalmente a un conglomerado de átomos. Si empezamos a diseccionar los átomos, vemos que hasta la partícula más diminuta tiene direcciones y partes. Incluso lo que se denomina una “partícula indivisible”, veremos que tiene un lado en el este y otro en el oeste, así que podremos seguir dividiéndola una vez y otra, hasta que finalmente desaparezca. Hasta las partículas más diminutas pueden dividirse y finalmente no podemos encontrar nada que sea indivisible. Todo es divisible.
Así pues, es evidente que todos los fenómenos carecen de entidad.
Estamos en el nivel donde nuestra comprensión pertenece al nivel convencional, y estamos siguiendo un camino espiritual que conduce a la comprensión de la realidad última.
4.- NIRVANA ES PAZ.
La realización del camino budista trae la paz; removiendo los obstáculos que bloquean el camino, purificándose de lo que son básicamente nuestros deseos, nuestras fobias y nuestra ignorancia, lo lograremos. A medida que nos deshacemos del deseo, surge la satisfacción; al ir eliminando el odio se recupera la bondad natural, y al superar la ignorancia se reaviva la atención y se adquiere la sabiduría (clara luz).
Nirvana: palabra sánscrita que significa “extinción”, “apagado”
en el sentido que el ser logró la liberación del sufrimiento y renacimientos.
Cuando la causa del samsara que es el aferramiento al “yo” se ha eliminado, cesa por supuesto el flujo de las emociones destructivas y el karma vinculado a ellas. Sin emociones destructivas ni karma negativo no hay sufrimiento, por lo que el nirvana es la paz, que se ansía.
Una imagen muy utilizada para explicación es la de la llama que se apaga:
no desaparece, sino que se hace invisible al desvanecerse en el espacio. Del mismo modo,
entrar en el Nirvana es pasar a otra dimensión. Una expresión fácil para relacionarla es decir “ir más allá del sufrimiento”.
Nirvana está más allá de los conceptos. No es un lugar o un estado mental
sino simplemente la ausencia de sufrimiento y sus causas.
El nirvana está relacionado con los 5 caminos del Bodhisattva, y en el de “No más Aprendizaje” es cuando logramos la “sabiduría omnisciente”.
Con estas 4 enseñanzas esenciales del Buda se puede enfrentar los desafíos de los sufrimientos e insatisfacciones de la vida y al mismo tiempo encontrar paz y felicidad.
Las 4 características están estrechamente vinculadas con las Cuatro Nobles Verdades:
la realidad del sufrimiento, la comprensión de su origen, la posibilidad de acabar con él y el camino para realizarlo.
Las 4 características que indican una cosa condicionada:
(Meditaciones paso a paso. Dalai Lama. pag 32)
1. El nacimiento es la ocurrencia actual de todas las formaciones, las que no han ocurrido anteriormente.
2. La subsistencia es el remanente de esta continuidad.
3. El envejecimiento es el cambio de esta continuidad en otra cosa.
4. La impermanencia es la destrucción de esta continuidad.
Fuente: cursos budismo Drikung.Kagyu, Puerta al conocimiento de Mipham Rimpoche, Nada es lo que parece de G TashiT. Las Palabras de mi Maestro Perfecto de Miphan Rimpoche, LAM RIM, Budismo Moderno G.K.Rimpoche, El Precioso Ornamento de la Liberación de Gampopa, Un Camino para Vivir y Liberarse de Bhande Darmaradza, Gonchig de Jigten Sumgon, Meditaciones paso a paso y Sabiduría de Dalai Lama,
LOS TRES SELLOS Y LA VACUIDAD:
LA IMPERMANENCIA, LA INTERDEPENDENCIA, Y LA INSUSTANCIALIDAD,
QUE CONJUNTAMENTE ES LO QUE SE DENOMINA VACUIDAD.
“PADMASAMBHAVA”.
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