EL MUNDO REAL Y LA MATERIA CUÁNTICA.
LA REALIDAD ULTIMA
Si pudiéramos entender la naturaleza de la verdadera realidad, nos daríamos cuenta de la interrelación e indivisilidad de las cosas. Tal cual lo explica el budismo.
De las cosas de nuestro mundo nos encontramos con que poseen limites precisos, y que nos damos cuenta con nuestros sentidos. Somos capaces de percibir cosas físicas como un árbol, un auto, una planta, un anillo. Sabemos que son impermanentes, por lo que todo tiene un final, a distintos tiempos tal vez, pero lo seguro es que son pasajeros y predecibles, gobernados por la ley de causa efecto, y por ello se nos tornan predecibles. Si lanzo una pelota se donde ira a parar.
Dado estas causas y condiciones dicho efecto (resultado).
¿ Y en el ámbito cuántico la situación es diferente?. Si. Todo consiste en energía que es insustancial y contiene información (fenómeno o cosa implica energia más información). Estos fenómenos carecen de solidez. No se pueden tocar con las manos, es un mundo distinto, incluso nuestros ojos no podrán verlo ni percibirlos. La mente, los pensamientos, los sentimientos, etc. corresponden a este ámbito.
Lo que existe en el mundo real es una manifestación de la energía del ámbito cuántico.
¿Porqué no lo vemos así?: pues el mundo físico de los objetos y la materia esta entonces compuesto de información contenida en una energía que vibra a distintas frecuencias. No vemos el mundo como una enorme red de energía porque vibra demasiado rápido. Nuestros sentidos funcionan más lento y solo registran trozos de esa energía y estos conglomerados se nos convierten en la mesa o el lapiz. Estos objetos sólidos son parte de un campo de energía colectiva.
¿Si pudiéramos percibir dicho mundo del ámbito cuántico?: veríamos que las cosas del ámbito físico (cuerpo y objetos) son solo un conglomerado de energía que flota en un "caldo de energía". Tu campo de energía está en "contacto" con el de los demás e influyen en él. Todos somos expresiones de esta energía e información.
Por otro lado, los ojos están programados para ver objetos tridimensionales. Sin embargo, en el ámbito cuántico, dijimos que la solidez no existe.
William Tyler, profesor emérito de ingeniería y ciencia de la materia en la universidad de Stanford, "la materia no es estática y predecible. Dentro de los átomos y moléculas, las partículas ocupan un lugar insignificante: el resto es vacío".
Un ejemplo usado es preguntarse que pasa cuando chocan dos nubes. La respuesta es que como no tienen solidez, se funden y se separan. Algo similar ocurre cuando tocas un objeto. Tus campos de energía y nubes de electrones chocan, algunas porciones pequeñas se funden y luego se separan. Aunque uno se percibe como un todo, ha cedido un poco de su campo de energía al objeto y a cambio recibe un poco de la suya. Con cada encuentro se intercambia energía e información y, cuando nos separamos, nos transformamos un poco.
Constantemente compartimos porciones de nuestro campo de energía, por lo que todos, en este ámbito cuántico, en el nivel de nuestras mentes y seres, "estamos conectados". Nos co-relacionamos con los demás.
Veríamos que todo lo que consideramos solido en el mundo físico, entra y sale de un vacío infinito a la velocidad de la luz.
La continuidad y solidez del mundo existen solo en la imaginación alimentada por sentidos que no pueden comprender las ondas de energía e información, que conforman el nivel cuántico de la existencia. Nuestra memoria nos mantiene la sensación de continuidad.
Ver entrada budista de realidad: las dos verdades o realidad.
Fuente -Wikipedia.
Dos experimentos muy interesantes.
1.- Los experimentos en el campo de las partículas han llevado a los científicos a reconocer que la mente es capaz de crear. Amit Goswani, profesor de física en la universidad de Oregón, el comportamiento de las micropartículas cambia dependiendo de lo que hace el observador: "cuando el observador mira, se comporta como una onda, cuando no lo hace, como una partícula". Ello quiere decir que las expectativas del observador influyen en la realidad de los laboratorios... y cada uno de nosotros está compuesto de millones de átomos.
Traducido al ámbito de la vida diaria, esto nos llevaría a que nuestra Realidad es, hasta cierto punto, producto de nuestras propias expectativas. Si una partícula (la mínima parte de materia que nos compone) puede comportarse como materia o como onda...
2.- Masaru Emoto. Nació en Yokohama en 1943, dedicándose a la investigación de distintos tipos de agua. En 1994 tomó unas muestras de una fuente de agua pura en Japón, congeló unas gotas y las examinó bajo un microscopio electrónico. Las fotografías mostraron hermosos hexágonos cristalinos parecidos a copos de nieve. Emoto tomó entonces agua de un río contaminado, la congeló, fotografió unas gotas y comprobó que la imagen que aparecía en ellas no era un hermoso hexágono sino una forma desestructurada, como si el agua fuera sensible al entorno donde se halla. Su investigación no paró ahí, sino que continuó hasta mostrar cómo los pensamientos, las emociones, las palabras, la música, una fotografía, un escrito influyen sobre la estructura molecular geométrica del agua de nuestro organismo.
Una reflexión a modo de pregunta: si nosotros somos aproximadamente un 75% de agua, ¿imagináis lo que podríamos conseguir si nos habláramos "bien"? ¿Si deseáramos y actuáramos con buena intención y desde la paz interior? Con una sola palabra podemos sembrar una duda, herir o por el contrario sembrar seguridad, alegria, amor.
K Dondrup T.
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